L.A. Lakers: el efecto Dwight Howard

Los Angeles Lakers han añadido este verano a su roster a algo más que un gran nombre cuando adquirieron a Dwight Howard en un ya épico traspaso a cuatro bandas.

Puede que Howard no garantice por sí solo un anillo a la organización angelina, pero lo que sí es seguro es que su impacto en ambos lados de la cancha será de grandes proporciones. No es por casualidad precisamente que Dwight Howard ha sido ya tres veces Mejor Defensor del Año y resulta demoledor con el balón en las manos estando muy cerca del aro.

Pero cabe preguntarse: ¿cómo adaptará su talento ahora que viste el uniforme oro y púrpura?. O ¿seguirá siendo la misma fuerza de la naturaleza a la que ya estábamos acostumbrados?. Parece que sí, o incluso más.

Aún así, los fans de los Lakers deberían poner sus altas expectativas en perspectiva. Howard es muy poco efectivo desde la media distancia y, en algunos aspectos, es un jugador más unidimensional en ataque de lo que Andrew Bynum era. Mientras el segundo ha demostrado ya estar cultivando un post-up game más habilidoso, el primero sigue basándolo todo en la rapidez, la explosividad y las condiciones atléticas cada vez que ataca el aro.

Afortunadamente, sin embargo, en la franquicia laker existen jugadores con capacidades suficientes como para lucir en el power forward. Pau Gasol domina el poste alto y Antawn Jamison, a estas alturas de su carrera, es más especialista en tiros de larga distancia que cualquier otra cosa. Tal y como Ryan Anderson abría la pista para Howard en Orlando, la versatilidad de los dos cuatros de Los Angeles deja vía libre a D12 para que domine la pintura. O, al menos, eso se espera en el despacho de Mitch Kupchak.

Hay que tener en cuenta, además, que los pasados entornos de Dwight Howard no incluían específicamente a un guard de máximo nivel. Esta próxima temporada en Los Angeles sí. Concretamente dos de ellos. Así que puede que los mejores días de Howard en la NBA estén todavía por llegar.

Porque si hablamos de Steve Nash, lo hacemos quizá del mejor facilitador de juego de toda la Liga, alguien que puede dar a la Lob City algún complejo de inferioridad cuando él y Howard empiecen a cuajar en pista. Y si hablamos de Kobe Bryant, aún siendo ahora sobretodo un especialista en el jumpshot, lo hacemos de alguien todavía capaz de concentrar tanto las defensas rivales sobre él, que serán numerosas las oportunidades que se generen para sus compañeros. Kobe no lleva promediando 4,7 asistencias por encuentro en su dilatada carrera NBA porque sí, tampoco.

Aunque Dwight Howard no es un jugador que se caracterice por saberse crear sus propios tiros de forma efectiva, sí es capaz de causar estragos a su alrededor simplemente con su presencia. Entre su fuerza y su asombrosa capacidad de salto, dos puntos suben al marcador de su equipo casi de forma automática cuando recibe a menos de dos metros del aro. Y en los que no suben automáticamente, solo hace falta rezar para que el 59% de acierto en sus tiros libres mejore.

En lo ofensivo, sabemos todos que Howard no será la primera opción en ataque. Lo sabe él mismo, mayormente. Podríamos discutir si debería ser la segunda o incluso la tercera. Pero mientras lo hiciéramos, olvidaríamos que estamos ante, nada menos, la presencia defensiva más dominante de toda la NBA.

Lideró la Liga en rebotes la pasada temporada con 14,5 de media por encuentro, así que ya sabemos que que puede controlar los tableros. De hecho, Howard controla casi todo lo demás cuando su equipo está defendiendo el propio aro. Sus 2,2 tapones de media por partido en toda su carrera NBA tampoco dejan demasiadas dudas al respecto de su capacidad de intimidación; y los 1,4 y 1,5 robos que, por noche, promedia respectivamente en sus dos últimas temporadas, demuestran la mejora producida en cuanto a sus habilidades para interrumpir jugadas de sus rivales dentro de la zona.

A modo ilustrativo, Bynum fue un taponador comparable a Howard en su época en L.A., así como el tercer máximo reboteador de la anterior temporada regular. ¿Es entonces Dwight Howard realmente una mejora para los Lakers?

Absolutamente.

La mayor y más rápida mobilidad de Howard le permite manejar de forma mejor las situaciones de pick-and-roll planteadas por el oponente, al tiempo que ser una amenaza real y constante para los cada vez más de moda floaters a los que los centers deben enfrentarse. Tony Parker y Russell Westbrook, estáis avisados.

Los Lakers fueron solamente el décimoquinto equipo en la Liga en lo que a puntos permitidos se refiere la pasada temporada. Y incorporar a Nash o Jamison no cambiará precisamente eso. Añadir a Dwight Howard sí lo hará.


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