Lakers: cuando ganar el Game 5 es posible

Terreno inhóspito y deprimente el que están pisando los Lakers estas últimas horas.

Tras de sí, otro injustificable colapso en un último cuarto de un crucial partido que tenían ganado. Delante, otra dura batalla en forma de Game 5 esta próxima madrugada en Oklahoma City.

Y en medio, un dato. Tan solo ocho de las 192 veces que un equipo iba 3-1 abajo en una serie a siete partidos de Playoffs, ha conseguido levantarla. Esto es un 4,2%. No es imposible, pero casi. Por supuesto que ninguna de estas 184 derrotas ha sido protagonizada por estos Los Angeles Lakers de 2012. Un equipo que tiene a uno de los diez mejores jugadores de la historia de la NBA y dos de los “siete pies” más talentosos de toda la Liga. A fecha de hoy, y aunque parezca temerario afirmarlo visto lo visto especialmente en el segundo y cuarto partido de la eliminatoria, no todo está perdido todavía en Lakerland.

Todo pasa, evidentemente, por ganar esta próxima madrugada, devolver la serie al Staples Center para el Game 6 y jugársela en territorio enemigo a cara o cruz. Pero primero va lo que primero viene, y para conseguir hoy la victoria a domicilio en el Game 5, los Lakers deberán acertar en conseguir llevar a cabo eficientemente estas claves:

Buscar a Andrew Bynum al final de los partidos:

Todos colgamos la etiqueta de clutch player a Kobe Bryant. Pero sus porcentajes quizá demuestren lo contrario. En esta temporada regular, Kobe presenta un porcentaje de acierto en lo que allí se conoce como clutch time (léase, los últimos cinco minutos del último cuarto o la prórroga, solamente cuando cualquiera de los dos equipos de un partido no lidera el marcador por más de cinco puntos) del 32,7%.

Sorprendidos? Pues más lo estaréis cuando sepáis que Andrew Bynum lidera tal clasificación en la NBA con un “ridículo” 82,1% en tiros de campo en clutch time.

Puede ser chocante pero no deja de ser lógico. El primero suele jugarse ese tipo de tiros con dos a más defensores encima y no precisamente en una posición cómoda. El segundo, sin embargo, se encuentra siempre muy cerca del aro, y su altura y envergadura facilitan la anotación.

Involucrar más a Bynum y Pau Gasol:

Por el bien de la eficacia del ataque laker, si algo ha quedado demostrado en esta post-temporada para Los Angeles es que el balón debe pasar por las manos de Andrew Bynum y/o Pau Gasol en cada posesión.

Kobe es ya el quinto máximo anotador de la historia de la NBA, pero si tira de ego en forma de lanzamiento tras lanzamiento durante los últimos periodos de los partidos, los Lakers se quedan sin opciones.

En el pasado Game 4, los Lakers ganaban de nueve puntos trascurridos los tres primeros cuartos. Durante esos 36 minutos, Bynum y Gasol se combinaron para 26 puntos en un 12 de 23 en tiros de campo. En los últimos 12, sin embargo, entre ambos lanzaron solo dos veces a canasta (el 9,1% del total de tiros de Los Angeles en ese fatídico último cuarto), y los Thunder superaron 32-20 a los Lakers para acabar llevándose el partido.

El balance de Kobe en ese cuarto no es mucho más halagüeno (2 de 10), a pesar de tirar él solito el 45% del total de lanzamientos a canasta de su equipo.

De ser los números de este próximo Game 5 cualquier cosa parecida a esto, los Lakers estarán eliminados.

Ver la mejor versión de Gasol:

Lleva la prensa de Los Angeles buscando culpables de lo acontecido a diestro y siniestro. Primero fue la incapacidad de Mike Brown, después la immadurez de Andrew Bynum, más tarde el egoísmo de Bryant y ahora la falta de agresividad de Pau Gasol.

Disparar a todo lo que se mueve es el más claro síntoma de una grave enfermedad deportiva cuyas consecuencias se parecerán más a una demolición que a una reconstrucción; pero negar que Pau Gasol no está, en general, al nivel (de juego y de actitud) que se le presupone, sería mentir.

Sobra decir que el Gasol de esta próxima madrugada debe ser el del Game 7 ante los Nuggets. El de los seis rebotes ofensivos en seis segundos. Aquel implacable en ambos aros y tan firme como autoritario en la búsqueda de su propio tiro. Aquello que públicamente le reclamó Kobe tras sus penosos últimos dos minutos del Game 4, no puede ser más cierto.

Los Lakers necesitan desesperadamente tener a Pau en modo ataque durante todo el partido. Tirar más de 10 ó 12 veces por encuentro y, sobretodo, no huir de la responsabilidad de tener que hacerlo cuando el marcador está apretado. Sabe hacerlo. Lo ha hecho otras veces. Debemos exigírselo.

La eliminatoria volverá a Los Angeles si la actuación de Pau Gasol es dominante.


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