A propósito de la puesta en venta de su libro, «Eleven Rings: The Soul of Success», Phil Jackson ha aprovechado para hacer una pequeña gira por los medios nacionales, con el objetivo de dar a conocer su nueva obra. En una serie de apariciones en la ciudad donde comenzó su éxito como entrenador, muchas de las preguntas fueron encaminadas hacia su salida de Chicago al finalizar aquella temporada 97/98.
En concreto, se indagó en la campaña 98/99, justo la siguiente a su marcha y que estuvo marcada por un lockout. El acortamiento del calendario parecía mucho más idóneo para un equipo veterano como los Bulls, pero el técnico decidió darse un año de descanso y, desde entonces, la franquicia de Chicago no ha podido conseguir ningún anillo más de campeón. Ante estas cuestiones planteadas, Jackson señaló: «Sé lo difícil que es, y muchas personas en Chicago dicen `Podrías haber continuado ganando´. Sí, tal vez«.
Finalmente, fue Jerry Krause, por aquel entonces GM del equipo, quien llevó la carrera de Jackson en los Bulls hacia su final. Varios enfrentamientos entre ambos hicieron insostenible la situación y, aunque el presidente Jerry Reinsdorf intentó que las aguas volvieran a su cauce, Jackson denegó el continuar. «Sentí que nuestra relación se había deteriorado de tal manera que, el que yo volviera, era demasiado difícil [de sostener] para Jerry Krause».
Además de este tema, hay otras muchas curiosidades sobre el libro y sobre los puntos de los que se ha hablado estos días para promocionarlo:
Es el séptimo libro que escribe Jackson. Y seguramente haya más después de éste ya que «el hecho de que sea un lector es la razón por la que he escrito libros». El título se inspiró en el libro «The Book of Five Rings«, una obra de 1643 escrita por el samurái Miyamoto Musashi.
De su paso por las televisiones y radios esta semana, se ha desprendido de nuevo de manera clara el hecho de que no tiene ningún tipo de intención de volver a entrenar. Jackson ha dicho: «No tengo ninguna intención de entrenar. Mi novia Jeanie Buss dice que, cuando la gente te hace esa pregunta, se dice siempre `Jeanie piensa que todavía puedo entrenar´. Pero realmente no tengo planes de ello».
Con respecto a su relación con Michael Jordan, el ex-entrenador se encarga de explicar cómo pudo gestionar su talento a través de los años: «No le dictaba lo que yo quería; simplemente le empujaba a pensar en los problemas de una manera diferente. Sobre todo, le hacía preguntas sobre el impacto que una u otra estrategia podría tener en el equipo. Lo traté como a un socio, y poco a poco comenzó a cambiar su manera de pensar. Cuando le permití resolver los problemas por él mismo, era más probable que encontrara la solución y no repitiese el mismo comportamiento contraproducente en el futuro».
Con respecto a otro de sus grandes jugadores, como es Kobe Bryant, Jackson señala que su relación pasó por muchas baches, pero decidieron ambos juntar de nuevo sus caminos en 2006, con el objetivo de llevar al equipo al anillo. Sobre el posterior título de 2009, Jackson escribe: «La cosa más gratificante de todas era ver la transformación de Kobe de un egoísta y exigente jugador hacia un líder al que todos querían seguir. Para llegar ahí, Kobe tuvo que aprender a dar con el fin de obtener eso a cambio. El liderazgo no se trata de forzar la voluntad sobre los demás».
Para involucrar a Shaquille O´Neal en la dinámica del equipo, el ex-técnico le dijo que «tenía que encontrar su propia manera de inspirar a los Lakers. Necesitaba expresar su confianza y su alegría natural en el juego de tal manera que sus compañeros de equipo, en especial Kobe, consideraran que si unían fuerzas, nada era imposible. El trabajo de un líder de equipo, le expliqué, era construir a sus compañeros de equipo, no derribarles.
En su trato con el «actual» Metta World Peace, Jackson desveló que cuando estaban en los Lakers, «me di cuenta que la mejor manera de comunicarse con Ron era haciéndolo de una manera positiva. No sólo con las palabras que usaba, sino también con mis gestos y expresiones faciales».
La repetición de éxitos es uno de esos aspectos tan difíciles de lograr en la competición deportiva. ¿La clave?, Jackson contesta también a eso: «La llave para el éxito sostenido es seguir creciendo como equipo. Ganar es moverse hacia lo desconocido y hacia la creación de algo nuevo. Recuerda esa escena de la primera película de Indiana Jones, cuando alguien le pregunta que qué es lo que va a hacer a continuación, y él responde `No sé. Me lo estoy inventando sobre la marcha´. Así es como veo el liderazgo. Es un acto de improvisación controlada. Y otra cosa que he aprendido como entrenador es que no se puede obligar a cambiar la voluntad de las personas. Si quieres que actúen diferente, necesitas inspirarles para que cambien por sí mismos».