Si eres de los que lo primero que haces cuando te levantas es ir a ver el Daily Top Ten de NBA.com de la madrugada anterior, estarás plenamente convencido de que Blake Griffin es el mejor power forward de la competición.
Su fuerza, su salto y, sobretodo, sus mates muy por encima de lo que hasta hace poco llegaba nuestra imaginación, le han convertido en el favorito de los aficionados así como en un serio proyecto de leyenda. Blake Griffin es, sin duda, uno de los cinco jugadores más apetecibles de ver, cada noche.
Existen, sin embargo, también, puristas de corazón del baloncesto. Suelen pensar éstos que si bien es cierto que los poderosos mates de Griffin son quizá lo más espectacular que uno puede llegar a ver, al final también “solo” valen dos puntos. Y guste leerlo o no, aún admitiendo que Griffin ha mejorado portentosamente en muchos otros aspectos del juego, existen otras facetas en pista que Blake necesita mejorar.
Entra en este punto, Kevin Love.
…Y no lo hace con ventajismos como que la serie de la temporada regular de los Wolves contra los Clippers esté 3-0 para Minnesota, o como los que derivarían de la simple observación del boxscore del 95-94 para los de Rick Adelman del pasado lunes (39-17 para Love, 26-12 para Griffin). No.
El jugador franquicia de Minnesota Timberwolves no tan solo acaba de ganar el concurso de triples, sino que hablamos de alguien que promedia casi 14 rebotes por partido (segundo en la NBA), y tan solo tiene por delante en la lista de anotación por encuentro a tres jugadores: Kobe Bryant, Kevin Durant y LeBron James. Nada menos.
Dicho de otra forma, si pones unos al lado de los otros los números de ambos y no antepones los highlights a la productividad, Love es mejor jugador que Griffin. El segundo proporciona más suspiros, pero el primero te da algo más de sustancia.
El análisis que surge de la comparación entre estas dos superestrellas recuerda a lo que un día sucedió con Tim Duncan y Kevin Garnett. “Big Fundamental” nunca fue tan popular como “Big Ticket” y hasta algunos fans todavía defienden que Garnett era mejor jugador. Cuatro anillos después, Duncan puso fin a tan insensato debate, aunque KG merezca todavía hoy todos los elogios.
El baloncesto debe ser principalmente un entretenimiento y los mates más excitantes son parte de la ecuación. Así que no se trata de “cerrar el libro” de Griffin todavía. Ni mucho menos. Su poderío es tremendo y, una vez aprenda a aprovechar al máximo las habilidades atléticas que posee, el cielo es el límite para él y su juego.
Pero si de lo que se trata es de decir cuál de los dos es, hoy, mejor jugador, la respuesta correcta es Kevin Love. De hecho, hasta que Griffin consiga almacenar algunas armas más en su ya poderoso arsenal, deberíamos dejar esta conversación para más adelante.
¿Qué pensáis?
[notice]En nueve partidos jugados esta temporada ante Aldridge, Griffin, Nowitzki y Duncan, Kevin Love promedia 26,2 puntos, 13,8 rebotes y 2,1 asistencias con un 48,8% en tiros de campo (52,2% en triples). Además, los Timberwolves tienen una marca favorable de 8-1 en esos partidos.[/notice]