¿Qué jugadores de la generación de 2014 serán renovados?

La NBA no solo tiene fechas clave para el mercado en febrero (cierre del mercado de traspasos), junio (celebración del Draft) y julio (inicio de la agencia libre). Cada octubre hay un día en el calendario marcado en rojo para equipos, agentes y un par de decenas de jóvenes: las 12 de la noche anterior al arranque de la temporada es la fecha límite para que los jugadores elegidos en primera ronda del Draft de tres años atrás puedan firmar contratos de renovación y eviten de esta forma convertirse en agentes libres el próximo verano.

En esta ocasión el día clave será el próximo 16 de octubre, horas antes de que la campaña 2017-18 arranque de forma oficial y el balón comience a botar. Hasta entonces los jugadores seleccionados en la primera ronda del Draft 2014 podrán negociar con sus actuales equipos la posibilidad de firmar nuevos acuerdos, evitando el temido proceso que supone negociar el año que viene si la temporada ha ido bien para el jugador y otras franquicias están dispuestas a firmar ofertas formales que haya que igualar para mantenerle en plantilla, como ha ocurrido este verano con Otto Porter, a quien los Wizards han convertido en su jugador mejor pagado la próxima temporada tras la mareantemente oferta que recibió de los Nets.

Este año hay 21 jugadores en la comentada situación: Andrew Wiggins (Timberwolves), Jabari Parker (Bucks), Joel Embiid (Sixers), Aaron Gordon (Magic), Dante Exum (Jazz), Marcus Smart (Celtics), Julius Randle (Lakers), Nik Stauskas (Sixers), Noah Vonleh (Blazers), Elfrid Payton (Magic), Doug McDermott (Knicks), Zach LaVine (Bulls), T.J. Warren (Suns, renovado), Jusuf Nurkic (Trail Blazers), Gary Harris, (Nuggets), Bruno Caboclo (Raptors), Rodney Hood (Jazz), Shabazz Napier, (Blazers), Clint Capela (Rockets), Kyle Anderson (Spurs); aparte de todos ellos, miembros del Draft 2014, otro jugador del Draft 2013 está en la misma situación por haber llegado un año más tarde a la NBA: Lucas Nogueira (Raptors).

En la lista de esos 21 hombres se encuentran jugadores de todo tipo. Algunos prometen llamar al All-Star dentro de poco, otros son piezas fundamentales de sus equipos bien por encajar perfectamente en su esquema en pista y cumplir el rol o por haber apostado por ellos en un traspaso y otros aún siguen desarrollándose en espera de convertirse en jugadores con una larga carrera en la NBA. Por tanto las directivas de esos equipos afrontan una negociación en la que cada equipo valorará las cualidades —o problemas— de los jugadores de forma diferente, lo que implicará tomar decisiones con mayor o menos riesgo entre las que están apostar decenas de millones de dólares por jugadores con solo tres años de experiencia.

Pasemos a desgranar a esos 21 jugadores repartiéndolos en diferentes grupos.

Los lesionados

http://gty.im/822907328

Complicación máxima. Este apartado incluye a un trío con calidad suficiente para ser All-Stars que a su vez acarrean un diverso historial de lesiones. Hablamos de Zach LaVine, Jabari Parker y Joel Embiid, tres jugadores que ya han promediado más de 18 puntos en una temporada. Los tres han demostrado que tienen sitio de sobra en la NBA y si la salud lo permite sería muy extraño no verles una o varias veces en partidos de las estrellas. Precisamente debido a la calidad que han mostrado en los partidos que han disputado sus agentes buscan contratos por un montante total de 9 cifras (sí, 100.000.000 de dólares).

LaVine es quizá quien presenta menos problemas para la directiva de su actual equipo. El escolta solo ha sufrido una grave lesión en su carrera y según ha dicho él mismo su recuperación va viento en popa hasta el punto de afirmar que corre más rápido y salta más alto que antes de lesión en la que se desgarró el ligamento cruzado. Chicago no tendrá prisa por renovarle ya que tiene una gran flexibilidad salarial el próximo año y puede optar a esperar a cómo se desarrolla el año y en verano de 2018 lanzar (o igualar) una propuesta de varios años.

Con Parker y Embiid la situación es más compleja. Ambos son reincidentes en graves lesiones y quizá ese sea el único motivo por el que aún no han sido All-Stars. Parker quiere que los Bucks presenten una oferta de varios años y el máximo salarial pese a que aún no se sabe si podrá jugar antes del parón de febrero ni en qué estado volverá tras sufrir una devastadora lesión en la misma rodilla que ya frenó su carrera en seco. Milwaukee no tiene excesivo margen salarial como para tener claro que la apuesta deba ser dejar pasar el tiempo, ver cómo regresa Parker y volver a negociar cuando apriete el calor el año que viene ya que por entonces el alero podría recibir una oferta de otro equipo como agente libre restringido.

El caso Embiid encierra aún mayores dudas. El pívot ha disputado 786 minutos en 31 partidos de 246 posibles desde que llegó a la NBA y la última vez que le vimos en un encuentro oficial fue el 3 de febrero. Desde entonces ha vuelto a pasar por el quirófano y aún no tiene el alta médica. Si Embiid se hubiese mostrado como un jugador de físico fiable ya habría firmado un acuerdo por cinco años y 148 millones de dólares, pero ni 76ers ni el center se han planteado esa opción por no ser realista.

¿Dejarle jugar un año más e igualar ofertas el año que viene pudiéndole firmar solo cuatro temporadas adicionales? ¿Apostar por hacerlo ahora durante cinco años? ¿Correr el riesgo de no firmar ni ahora ni en 2018 y que juegue con oferta cualificada en la 2018-19 y salir al mercado sin restricciones en 2019?

Por el rendimiento mostrado cuando jugó nadie dudaría en firmarle cinco años —porque no se pueden seis—, pero de nada sirve ser muy bueno, al nivel de los mejores del mundo, si solo puedes jugar un partido de cada tres con restricción de minutos permanente. Recordatorio: Embiid ha sufrido fracturas en pie y espalda y un desgarro de menisco.

Los que renovarán sí o sí

Hay dos jugadores que parece que será cuestión de horas o días que cierren sus renovaciones. Son los casos de Andrew Wiggins y Gary Harris.

Lo de Wiggins está cerrado y apalabrado desde agosto; un contrato por el máximo que rondará los 150 millones de dólares por cinco temporadas que si aún no ha sido firmado es porque el joven alero está en el proceso de cambio de representante y ello le está acarreando diversos problemas que podrían desembocar en un juicio. La cifra parece excesiva para un jugador que a pesar de haber promediado más de 23 puntos por partido en una temporada aún muestra síntomas de abandono en defensa y la efectividad no es su fuerte. A favor de su contrato está el hecho de que Wiggins es uno de los aleros más prometedores de la NBA y si los Wolves creen que existen opciones reales de perderlo el próximo año es mejor atarlo ahora.

Por otro lado Garry Harris es una joya que en Denver no están dispuestos a dejar escapar. Las informaciones apuntan a que el acuerdo entre la franquicia de Colorado y Harris está casi cerrado, pero puede que queden flecos económicos que resolver precisamente por un compañero de plantilla. A Nikola Jokic —también del Draft 2014, aunque de segunda ronda— habrá que renovarle y presumiblemente el pívot serbio buscará un salario de estrella. Parte de lo que no se emplee en Harris servirá para presentar una mejor oferta a Jokic cuando llegue el momento.

Duda doble en Salt Lake City

Rodney Hood es otro jugador que podría quedarse sin renovación otoñal. En Utah están contentos con su rendimiento —12,7 puntos y 3,4 rebotes con un 37,1% en triples la última temporada—, pero confían en que pueda dar mucho más de sí especialmente ahora que Gordon Hayward se ha marchado de Salt Lake City.

Las primeras conversaciones entre los Jazz y los representantes de Hood se llevaron a cabo a principios de septiembre, pero desde entonces apenas han trascendido informaciones que apunten en una dirección u otra. Hood podría ser renovado si acepta un contrato limitado que no supere los 14-16 millones de dólares, pero cabe la opción de que Utah prefiera mantener posiciones, el escolta apueste por sí mismo y aguarde a que se desarrolle la temporada 2017-18 para aumentar su valor si las cosas le salen bien.

Dante Exum, quien llegó a la NBA con un cartel que anticipaba una gran carrera, es poco probable que firme renovación con Utah. Su labor como base suplente de Ricky Rubio será importante esta temporada, pero el australiano ha mostrado poco hasta el momento como para que una franquicia serena como Utah decida hipotecar parte de su futuro en un jugador de 22 años que aún está por hacerse.

El que depende de que lleguen estrellas el año que viene

Julius Randle afronta su cuarta temporada en la NBA —la primera consistió en 14 minutos jugados— sabiendo que si bien no será renovado por los Lakers durante el mes de octubre, sí podría recibir un contrato millonario el próximo verano si su rendimiento despega de forma definitiva. El ala-pívot de 22 años ha cosechado buenos números en su carrera con 12,2 puntos, 9,4 rebotes y 2,6 asistencias de media hasta el momento, pero la inmensa mayoría de sus estadísticas las ha logrado en partidos sin apenas importancia en los que los Lakers no se han jugado mucho.

Si Randle quiere al menos 15 millones de dólares por temporada tiene que confirmar este curso que los vale y luego ver si algún equipo está dispuesto a ofrecérselos en julio de 2018. Los Lakers aguardarán pacientemente para que sea el mercado quien dictamine el valor de Randle y en función de si consiguen atraer alguna estrella o no, apostar por el ala-pívot o dejarle marchar si el precio es excesivo.

¿Qué hacer con Nurkic?

Los Trail Blazers, como no, también deben tomar una decisión complicada. Nurkic promedió la pasada temporada con los de Oregon 15,2 puntos, 10,4 rebotes, 3,2 asistencias, 1,9 tapones y 1,3 robos, números de locura. El pívot ha llegado a la pretemporada con bastante menos peso al adelgazar más de 11 kilos a la vez que afirma encontrase en el “mejor momento” de su carrera. ¿Blanco y en botella? No.

Ésas estadísticas llegaron en apenas 20 partidos jugados, estuvo lesionado en playoffs, presenta un historial problemático en cuanto al control de peso y los Blazers tienen comprometidos cientos de millones de dólares para los próximos años, por lo que el espacio salarial no abunda. Es probable que Nurkic reciba una oferta de renovación por parte de Portland en los próximos días, ¿pero de cuanto? ¿48 millones por cuatro años? ¿64 millones por cuatro años?

El caso Smart

Marcus Smart es otro de esos jóvenes jugadores que su actual equipo renovaría sin pestañear antes de empezar al temporada, pero a un precio muy contenido. Los Celtics ven en Smart a un luchador que aporta defensa de élite, carácter e intangibles durante más de 30 minutos por partido; además, pese a su juventud, es el jugador más veterano de la plantilla. Brad Stevens está encantado con él y el propio Smart se ha ofrecido a seguir saliendo desde el banquillo este año dejando que sea Jaylen Brown el que ocupe el vacío que dejó Avery Bradley en el quinteto titular. Es un jugador comprometido.

Pero Smart tiene muchos problemas con el tiro que no solo se van a solucionar por haber perdido más de 10 kilogramos este verano. Será más explosivo y mejor defensor, pero aún sigue lejos de convertirse en una amenaza en el lanzamiento exterior y es por ello y por los planteamientos de futuro de los Celtics por lo que probablemente no le ofrezcan más de 42-48 millones de dólares por cuatro años si es que llega a haber oferta formal en octubre por parte de Danny Ainge.

Smart está encantado de estar en Boston y dice que solo piensa en la temporada y no en lo que está fuera de su control, pero también sabe que salvo que en 2018 llegue otro equipo al estilo de Brooklyn Nets haciendo ofertas millonarias tiene muy difícil aspirar a un salario anual que ronde los 15 millones de dólares. Salarialmente hablando sus carencias valen mucho más que sus virtudes.

El resto

Los otros 10 jugadores con capacidad de firmar una extensión de este tipo seguramente no reciban ofertas, con la salvedad de Clint Capela, tal vez. En las últimas cinco temporadas la media de jugadores que firman extensiones tras sus contratos de escala de novato es de 7,4 por temporada y ya hemos analizado previamente a 10, por lo que los siguientes deberán esperar una temporada más para conocer su futuro en la mejor liga del mundo. Son los casos de Aaron Gordon (Magic), Nik Stauskas (Sixers), Noah Vonleh (Blazers), Elfrid Payton (Magic), Doug McDermott (Knicks), Bruno Caboclo (Raptors), Shabazz Napier, (Blazers), Clint Capela (Rockets), Kyle Anderson (Spurs) y Lucas Nogueira (Raptors).

El pasado año fueron ocho los jugadores extendidos por un total de 682 millones de dólares y este año la cifra de renovaciones podría ser incluso inferior.

Los que se quedan fuera de esta lista

Otros jugadores no tendrán tanta suerte y por diferentes motivos no están en la lista anterior. Son los casos de jugadores que fueron cortados de sus contratos originales, están en la G League o fuera de la Liga como Adreian Payne, Tyler Ennis, P.J. Hairston, C.J. Wilcox, James Young, Mitch McGary o Jordan Adams. El caso de Dario Saric, Bogdan Bogdanovic o Josh Huestis es diferente ya que ellos se incorporaron a la NBA en un año diferente al que fueron elegidos en el Draft.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.