¿Se resisten las estrellas a jugar con LeBron en Lakers?

LeBron James se fue a Miami Heat uniéndose a Dwyane Wade y sumando a Chris Bosh. Luego regresó a Cleveland Cavaliers para hacer lo propio con Kyrie Irving y Kevin Love. Ahora, en Los Angeles Lakers, y al contrario de lo que podría parecer a priori, no tendrá fácil repetir tal sistema.

Porque los focos de Hollywood no parecen atraer tanto con El Rey en escena. Este verano, y pese a que Magic Johnson a dijo que estaban reservando los dólares para el verano de 2019, lo cierto es que si algún agente libre de relumbrón –y apuntamos a Paul George–, hubiese querido unirse al proyecto, lo hubiesen acogido de buen agrado. Sin embargo, el ex de los Pacers prefirió continuar su propio camino en Oklahoma City.

PG13 no quiso pese a mostrar su deseo por recalar en los Lakers en diversas ocasiones, y otros que han podido planteárselo al pedir el traspaso, como Kawhi Leonard o Jimmy Butler, tampoco se han visto atraídos por la posibilidad de sumar sus fuerzas a las de un coloso como LeBron. Butler tenía entre sus preferencias a New York Knicks, Brooklyn Nets y Los Angeles Clippers. Leonard por su parte quería jugar en una franquicia angelina, pero también eran los Clippers. Es más, Shams Charania aseguraba a principios de julio que tras ver como James firmaba por los Lakers estaba aún más convencido de enrolarse en los Clippers… ¿Qué está pasando?

Esa es justo la pregunta que se ha hecho Eric Bucher de Bleacher Report, quien para contestarla ha ido directamente a la fuente más fiable: los jugadores. El citado periodista ha hablado entre otros con Kevin Durant, quien arroja algo de luz sobre por qué algunas estrellas se resisten a unirse a LeBron.

«Todo depende del tipo de jugar que seas. Si eres Kyle Korver, entonces tiene sentido. Él no es la opción número uno en ataque, ni siquiera está cerca. Por lo tanto, sus capacidades se benefician más teniendo al lado a alguien que penetra y pasa. Si eres un chico más joven como Kawhi, intentar hacerlo funcionar junto a LeBron James no tiene sentido. A Kawhi le gusta tener el balón en sus manos, controlar el ataque, marcar el ritmo… Así es como juega. Muchos chicos están desarrollando esa habilidad y no necesitan a otro jugador que lo haga».

«Kevin Love tuvo que cambiar totalmente su juego para adaptarse, para ser un tirador. Lo mismo ocurre con Bosh. LeBron es un jugador que necesita jugar con jugadores que ya saben lo que tienen que hacer. Por ejemplo, tener a jugadores jóvenes en desarrollo es difícil, ya que él absorbe mucho balón».

Lo que comenta Durant tiene sentido, pero siempre ha sido así. Jugar con El Rey tiene ventajas –te coloca en la situación de poder ganar–, pero también puntos negativos como ver cómo quedas en su segundo plano y cómo tus habilidades pasan a estar supeditadas a sus necesidades. Justo en esa línea se expresa también Trevor Ariza de Phoenix Suns.

«Si yo fuese agente libre, tendría que considerar todas las opciones. Pero mi rol es totalmente diferente al de George y Kawhi. A ellos les piden cosas diferentes que a mí. Chicos que son similares a LeBron… ¿Por qué querrían jugar junto a alguien que hace las mismas cosas? Puede entender que ellos quieran jugar en otro lado».

Desarrollo personal

LeBron James alcanzará en breve los 34 años, pero no por ello sus rivales en la NBA dudan de su capacidad para dominar el juego. Sin embargo, playoffs como el de 2018, cuando le hicieron disputar un séptimo partido tanto Pacers como Celtics, puede hacer que talentos emergentes no le vean como un jugador imbatible. Esta es justo la hipótesis de Rudy Gay.

«Mucha gente está volviendo a pensar: posiblemente pueda ser tan bueno como él. Y esa misma gente puede entender que jugar con alguien como él les dificulta alcanzar ese nivel, ya que él absorbe mucho juego, y con razón, ya que ha estado genial durante muchos años».

Presión mediática

Y hay más. Volviendo con Kevin Durant, el alero de Golden State Warriors cree que la asfixiante presión de los medios que rodea a LeBron es otro aspecto negativo para unirse a su causa. «Hay tanto entusiasmo entre muchísima gente por estar cerca de LeBron… Incluso en los medios lo notas. Es como: estás jugando al baloncesto pero no se trata siempre de eso aquí. Entiendo por qué nadie querría estar en ese ambiente porque es tóxico. Especialmente cuando se pone el foco sobre una tontería. No es culpa en absoluto de LeBron, pero tienes a demasiada gente detrás deseando escribir cualquier palabra».

Que es la principal estrella de la NBA lo sabemos. Van ocho Finales consecutivas y lleva ganados tres anillos. Se merece tal atención, pero quizás lo que cueste aceptar por quienes se encuentran en su bando sea que los logros se le atribuyan, mientras que la culpa en los momentos duros suele recaer en el resto. «Los medios de comunicación deberían cambiar la narrativa. Hacer que una súper estrella sea una súper estrella. En otras palabras, no culpes automáticamente al reparto cuando un equipo se queda corto. A veces es la súper estrella la que se quedó corta», sentencia Ariza.

¿Podemos estar ante un cambio de perspectiva en los jugadores? Quizás. Desde hace años, diríamos desde que LeBron conformó su Big Three en Miami, muchos han sido los que han preferido sumar esfuerzos, aún perdiendo brillantez, para intentar ser campeones –por ejemplo Kevin Durant–. Pero no todos tienen que verlo igual. La figura de El Rey ha crecido incluso por encima de lo que se podía imaginar hace una década. Ahora no juegas con él, sino para él. Y lo más complicado de la ecuación a día de hoy es que estando Lakers; es decir, con Golden State en el camino, asegurar la presencia en las Finales ya no es lo mismo. Entonces, ¿merece la pena renunciar a tu estatus por jugar con él? En julio de 2019 podremos contestarlo.

(Fotografía de Sean M. Haffey/Getty Images)


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