Tenemos que hablar de los Indiana Pacers

No solo no se han hundido tras la grave lesión de su estrella, Victor Oladipo, sino que aguantan terceros del Este consiguiendo buenos resultados

«Volveré, lo haré mejor de lo que nunca he estado antes», podía alardear Victor Oladipo pocas horas después de que el pasado 23 de enero, el escolta y estrella de los Indiana Pacers tuviera que sacar la bandera blanca para con la temporada 2018-19. Lesión grave en la rodilla derecha y el resto de su campaña saltado por los aires; era su año en Indiana, habiendo sido reconocido como sólido All-Star y jugador perteneciente a la élite exterior de la liga.

Hasta exactamente ese momento parecía que respiraban las opciones de Indiana de escribir algún capítulo interesante esta temporada. Y, en realidad, así es dado que no se espera que los Pacers puedan pelear el trono de la Conferencia Este sin su mejor jugador; sin embargo, a estas alturas (23 partidos ya sin Oladipo) el equipo que dirige Nate McMillan no solo no se ha hundido en la clasificación como todo el mundo esperaba, sino que sigue dando nobles síntomas de competición, por muy panza arriba que se les pueda presuponer.

Para muestra reciente, la victoria de este pasado jueves ante Oklahoma. Con remontada y gran último cuarto de toda la rotación.

No han bajado los brazos los Pacers. Esa es la principal clave de que sigan apareciendo en el tercer puesto del Este, discutiendo la supremacía (y el factor cancha en los playoffs) tanto de Philadelphia como de Boston.

Defensa y defensa

No es que Indiana esté firmando cheques en blanco en cada partido, de hecho su récord sin Oladipo no es más que de 12-11; pero lo que sí impacta es que estén aguantando el ritmo del tramo más fogoso de la temporada sin su mejor jugador.

Se reforzaron de maravilla con la llegada de Wesley Matthews, un valor que aporta triples, defensa y versatilidad en cualquier contexto. Y les está ayudando a disimular la moradura que dejó la lesión de Oladipo.

Esa incorporación, dicho sea de paso, les ha permitido replicar su fiabilidad defensiva, uno de los pilares maestros de su sobria temporada. Desde el principio del curso hasta la lesión de Oladipo, Indiana fue el segundo mejor equipo defendiendo su aro con 104,1 puntos concedidos por cada 100 posesiones. Nivel defensivo de auténtica élite y suficiente para ser una alternativa a los grandes poderes de su conferencia en aquel momento. Ya sin su gran estrella (desde el 23 de enero), los Pacers han sido el sexto mejor conjunto con 107,5 tantos cada 100 posesiones, por lo que no han sido tan brillantes pero sí mantenido la fiabilidad que les caracteriza.

Tan bien ha encajado Matthews en el equipo que es quien más minutos acumula de toda la rotación (33,2 por partido) en este momento. Aunque no solo él ha dado un paso adelante.

La escopeta de Bojan

Bojan Bogdanovic ha pasado de promediar 15,6 puntos en el mes de enero, a 23,1 en febrero y 22,3 en lo que se ha consumido de marzo. Su salto ofensivo desde que no está Oladipo es también clave para explicar la resistencia de Indianapolis, jugándose más tiros (antes rondaba los 13 por partido y ahora está en 16) y también percutiendo más los aros rivales en forma de puntos.

Darren Collison es otro que ha colocado una piedra en el pedal de avanzar más rápido en ausencia de su jefe de filas: 11,6 tantos en enero, 13,9 en febrero y 16,8 en los transcurrido de marzo. El base, Bogdanovic, Matthews y la prometedora corteza interior que forman Myles Turner y Domantas Sabonis (22 años ambos) han recogido la aportación ahora ausente de Oladipo. Entre todos.

Sobre todo Bogdanovic experimenta una tendencia alcista sin precedentes, pues nunca promedió 20 puntos por partido de manera sostenida en la NBA (17,8 en el total de esta temporada, su plusmarca profesional). Además, se da la particularidad de que nunca en la historia de la franquicia tres jugadores diferentes habían sido premiados como Jugadores de la Semana, y este curso los propios Oladipo, Bogdanovic y Thaddeus Young escribieron la primera página de semejante récord. Otra muestra de que la capitanía cooperativa que impera en el equipo ahora.

McMillan, candidato tapado

De ese modo, el infortunio de Oladipo no se ha traducido en flacidez como todo el mundo esperaba de Indiana. El equipo de McMillan (ojo, candidato tapado a Entrenador del Año) ha sabido sobreponerse a esa colisión frontal y mantenerse en la zona alta de la clasificación, compitiendo bajo cualquier supuesto. No tienen las opciones que sí les aportaba Oladipo en playoffs, de hecho sus visos de llegar a final de conferencia son mínimos, pero los Pacers aguantan muy enteros.

Gracias a su trabajado entramado defensivo, al subidón de Bogdanovic y a la entrega y arrojo de toda la rotación, los Pacers no han bajado los brazos.

Mucho mérito posee lo que están haciendo. Y, por cierto, seguramente Indiana cuente con uno de los candidatos a mejor jugador defensivo (DPOY) en Myles Turner, líder en tapones de toda la liga.

Sentía la necesidad de hablar de los Pacers porque apenas nadie lo está haciendo. Pero están ahí, aguantando como fiera panza arriba con una herida mortal que no termina de tumbarles.

(Fotografía de portada: Andy Lyons/Getty Images)


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