Jordan Bell ya sabe lo que es recibir las primeras «instrucciones» por parte de Draymond Green. Tras acabar la noche del Draft y saber que sería nuevo jugador de los Warriors, recibió una llamada por FaceTime. Pero como estaba celebrando la buena nueva y encima era un número desconocido, no lo contestó.
Al rato, decidió mandarle un mensaje para ver quién era, pero ahora fue el propio Bell el que no recibió ninguna respuesta. «Ya que no me escribió nadie, llamé para averiguar de quién se trataba. Cuando me cogieron la llamada, alguien me dijo: ‘No me llames, simplemente devuélveme el FaceTime'».
Bell, siguiendo las extrañas instrucciones que le estaba dando alguien que hasta ese momento no conocía, inició el FaceTime de nuevo. Y, otra vez, nadie se lo cogió. La intriga ya estaba dentro del rookie. Volvió a intentarlo unas cuantas veces más y, en una de ellas, al fin alguien respondió. Era Green entre risas.
«Disfruta esta noche, celébralo porque solo ocurre una vez. Después de que pase tenemos que ponernos a trabajar duro. Tenemos que volver a conquistar el anillo», fue lo que el ala-pívot le dijo a Bell, quien ya estaba avisado de la intensidad que desprende Green. «Draymond será un gran reto para ti», le había dicho Bob Myers, manager general de los Warriors, al nuevo rookie que acababan de adquirir.