Me encanta el refrán que dice que “cualquier tiempo pasado siempre fue mejor”. No es que obligatoriamente todo lo anterior a nosotros esté por encima, pero es innegable que de vez en cuando nos encanta echar la vista atrás para rescatar recuerdos que estaban en nuestra memoria y que nos regalan una nueva sonrisa cuando los volvemos a traer al presente. Será cosa de nostálgicos.
Para esta primera entrega de ‘Historias NBA’, cuyo formato y propósito de nacimiento hemos explicado en nuestro canal de Telegram, me apetecía empezar con una de esas cosas que hemos acabado viendo multitud de veces, y que a buen seguro habría sido carne de cañon para protagonizar un ‘Shaqtin’ a Fool’.
El debut de O’Neal
Corría el año 92’. Dinamarca lograba una sorprendente Eurocopa; Barcelona se convertía en el centro del mundo al albergar los Juegos Olímpicos de aquel verano; y por último, que no menos importante, Shaquille O’Neal hacía su debut en la NBA.
Aunque ahora dice que no dio ni el 30% de sus posibilidades durante su carrera, lo cierto es que ese primer año en la liga se empleó pero bien. Una figura con muchos menos kilos de musculatura que ya apuntaba maneras con su voracidad para merendarse los aros.
En este encuentro ante los Suns, el bueno de Shaq finalizó la jugada colgándose del aro, lo que haría que la canasta se transformase en un peligroso columpio; ahora para delante, ahora para atrás. Después se acabaría convirtiendo en un auténtico especialista en eso de provocar cambios de canasta al menos una vez por temporada.