Anthony Davis no quiere dejar morir a los Mavericks

El equipo que será de Cooper Flagg parece no tener dueño, pero si un jugador colosal: Anthony Davis.

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Por David Sánchez

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Todo lo que circunda a la franquicia grita que el presente no importa. Que el actual proceder de las cosas es caduco y que todo en Dallas se aboca a una era Cooper Flagg que ha empezado en la literalidad, pero no en lo retórico. El despido de Nico Harrison convierte a Anthony Davis en un huésped incómodo en los Mavericks. Símbolo de un traspaso que nun ca debió de suceder y ancla para un proyecto que despegará ya sin él. Lo que pasa es que Anthony Davis sano, también es un colosal jugador de baloncesto, de los que te acerca a ganar cada noche.

Por eso, aunque Dallas llegase claramente por debajo de Houston en las quinielas, el triunfo siempre es posible. Como así sucedió (122-109).Toca aclarar que era la segunda noche consecutiva de partido para ambos y que en las filas de los de Ime Udoka faltaban Alperen Sengün y Steven Adams. Poco menos que los tótems que dan identidad a un conjunto que abomina por su poderío reboteador para que el resto del juego venga antes o después, pero siempre con la certeza de que el fallo no se castiga tanto como en los otros 29 equipos.

Ante ese vaciado interior, Davis y los Mavs camparon a sus anchas en la zona. Hasta 74 puntos en una pintura que ni Jabari Smith ni Kevin Durant ni por supuesto Clint Capela supieron gestionar a nivel defensivo. Y donde llegaron la mayoría de los 29 tantos que anotó Davis en solitario. Sorprendentemente, yendo solo 2 veces a la personal.

En Dallas también fueron baja sus dos pívots principales. Y, por mucho que se queje, el Davis más devastador siempre llega como 5. Hoy gozó de una libertad para ir de fuera adentro con la que volvió loca a la defensa de los Rockets. Por si acaso, una vez dominado el interior, se dedicó a hacerlo desde la media distancia (4/5), lo que le hace imparable.

En Houston estuvieron bien Durant (27 puntos), Jabari Smith (22 puntos) y un. Aaron Holiday que siempre cumple y a ratos brilla (19 puntos)- Pero son noches como estas en las que Amen Thompson tendría que tomar mucho más las riendas del ataque, y tuvo una noche espantosa con 7 puntos, 6 asistencias y 6 pérdidas de balón.

Al dominio de Davis hubo también que sumarle otro buen partido de Flagg (19 puntos, 2 robos y 2 tapones) que estuvo en todos lados como defensor de ayudas. También otro aseado encuentro de Ryan Nembhard, la esperanza del equipo en el puesto de base (11 puntos y 7 asistencias con 2 pérdidas). Como guinda en el pastel, el encuentro de un Brandon Williams que detonó la escapada de los Mavs ya enfilando el tercer cuarto (20 puntos y 5 asistencias).

Los Dallas Mavericks, que marchan la temporada hundidos en la clasificación del Oeste con 9-16, empiezan a ser uno de esos equipos que puede ganar a cualquiera en una noche tonta y que debería superar con facilidad los enfrentamientos ante los equipos de tanking. Este equipo, a la espera de ser propiedad de Flagg, no tiene dueño claro. Pero sí un jugador histórica y vigentemente bueno, por muy elemento extraño que sea hoy Anthony Davis en Dallas.

(Fotografía de portada de Andrew Dieb-Imagn Images)

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