Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar. Viendo que los Spurs han perdido la Final del Oeste ante los Thunder después de ir ganándola por 2-0, Miami sabe que esta madrugada ha de poner todo de sí mismo frente a los Celtics para que no le pase lo mismo que a San Antonio.
Por eso, Erik Spoelstra se está planteando darle más minutos a Chris Bosh – en el Game 5 jugó 14 minutos –, e incluso baraja la posibilidad de que sea uno de los titulares: “Todavía estoy pensándome esa opción, pero creo que va a ser capaz de aguantar una mayor carga de minutos. Así estará más centrado en cómo se sentirá durante el propio partido”.
El entrenador de los Heat no creyó conveniente que, en el quinto partido, Bosh estuviera en los decisivos minutos del último cuarto, a pesar de la gran actuación que estaba haciendo Kevin Garnett. Spoelstra fue muy criticado por los medios de comunicación, pero el técnico tiene claro que “después de los partidos siempre puedes ser cuestionado. Estábamos en una situación delicada y Bosh no había jugado en mucho tiempo. Sé que Bosh va a jugar más mañana [hoy] por la noche”.
Boston ha optado por guardar la euforia después del último partido. Saben que hoy tienen en su mano el paso a la Final de la NBA, y son conscientes de que Miami saldrá con todo. Ante ese panorama, en el vestuario de los Celtics hay una conjura por encima de ninguna otra: mantener la intensidad defensiva que se ha mostrado en las 3 victorias conseguidas hasta ahora en la serie. “Eso es lo que somos. Así ha sido nuestra personalidad todo el año, y hoy hay que llevarlo a cabo otra vez”, enfatizaba Kenyon Dooling.
Kevin Garnett será otro de esos nombres sobre los que la luz de los focos caiga con más fuerza. Su valor en esta Final del Este está siendo innegable – 26 puntos y 11 rebotes en el Game 5 –, y aunque él mismo reconoce que “ha sido una temporada difícil”, lo cierto es que ahora – pese a la cantidad de lesiones que están sufriendo todos los pilares del equipo – están viviendo uno de sus mejores momentos del año.
Los Celtics ya han estado en una situación así en otras ocasiones. Para ellos no es nada nuevo. Como indica Ray Allen, la experiencia del equipo es un plus a su favor, ya que “sabemos lo que queremos hacer, a dónde queremos hacer llegar el balón, y tenemos claro qué hacer en cada momento. Hemos estado juntos tanto tiempo, y sabemos cómo conjuntar todas esas ideas”.