Brandon Bass pone a los Celtics a un partido de la Final del Este (3-2)

“Tenemos tantos buenos jugadores que Philadelphia tuvo que centrarse en ellos. Fue ahí cuando pude aprovechar mi oportunidad”. Éstas eran las palabras, al finalizar el Game 5, de un Brandon Bass que sabía que anoche era la ocasión perfecta para demostrar su valía en los Celtics. Ni corto ni perezoso, anotó 27 puntos – 18 en el tercer cuarto, que sirvieron para romper definitivamente la igualdad en el marcador –, cogió 6 rebotes y puso 2 tapones para conducir a Boston a la victoria ante los Sixers por 101-85.

El triunfo `verde´ pone la serie 3-2 a su favor, y ahora el sexto partido habrá de jugarse el miércoles, nuevamente en el Wells Fargo Center de Philadelphia. En el caso de perder el próximo partido, los Celtics se han asegurado así volver al TD Garden para cerrar la eliminatoria al mejor de siete.

Bass emergió como un ciclón. No había anotado más de 22 puntos en un partido de regular season, y su mejor marca en Playoffs fue en 2008 cuando anotó 19 puntos. Irrisorias cantidades que le confirieron mayor sorpresa a su gloriosa actuación, y los Celtics se aprovecharon inteligentemente de ello. “Fue uno de esos partidos en los que necesitamos algo que nos empuje. Pensé que la diferencia entre ambos equipos podría estar en la energía que se le imprimiese al partido. Él (Bass) entró con esa fuerza, y simplemente hizo lo que le salió de dentro”, comentaba un feliz Doc Rivers.

Boston ancló su triunfo en otros dos de esos pilares que pocas veces fallan. Kevin Garnett se batió el cobre en la pintura, y recuperó los dígitos perdidos en el anterior choque de la serie, logrando 20 puntos, 6 rebotes y 2 recuperaciones. Rajon Rondo fue el otro gran partícipe de la victoria. Dirección impecable del equipo para lograr otro doble-doble, con 13 puntos, 14 asistencias, además de 4 rebotes y 2 recuperaciones de balón.

Los 76ers aún parecen desconcertados con lo ocurrido anoche. Controlaban el partido con una gran primera parte. Incluso llegaron al descanso con 3 puntos de ventaja. Sin embargo, fue aparecer Bass y el trabajado castillo de los de Philadelphia se desmoronó implacablemente gracias a un mal tercer cuarto – parcial de 28-16 en ese período para los Celtics –.

“Hemos tenido demasiadas pérdidas de balón, y ellos no perdonan. Siempre consiguen canastas fáciles después de que nosotros cometamos errores”, declaraba Spencer Hawes, consciente de que su equipo tuvo mucha menos posesión de balón durante la segunda parte, lo que significó que su porcentaje en tiros de campo – hubo demasiada precipitación en las elecciones de ataque – bajase del 54.8% en la primera parte al 37.1% de la segunda.

En los Sixers destacó Elton Brand, gracias a sus 19 puntos, pero sin dominar la zona en ningún momento; y Evan Turner, que consiguió anotar 11 puntos y capturó 10 rebotes. Para el entrenador de los 76ers, Doug Collins, la clave estuvo en no saber cómo reaccionar ante los ataques de los Celtics, dándoles demasiadas comodidades: «Nos ganaron con facilidad porque les dimos todas las facilidades para que lo hiciesen y ahora sólo debemos pensar en el sexto que será decisivo». Ahora, la presión vuelve a residir en el tejado de Philadelphia.

 


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