Que el nombre de Carmelo Anthony se subastó este invierno como El grito de Munch no escapó a ojos ni oídos de nadie. Que nadie estuvo dispuesto a pagar un descomunal sobreprecio también ha quedado constancia. Pero que sí hubo tanteos y amagos de pujas serias es una realidad. Los Angeles Clippers, fueron de los mejor posicionados para llevarse la pieza a casa.
Si bien Phil Jackson ha dejado perlas por todos los rincones sobre lo poco que sufriría si Melo dejara el equipo, siempre ha evitado decirlo de manera abierta y taxativa; siempre esperando que fuera el alero el que anulara su cláusula anti-traspaso. Así pues, con la tensión latente y la realidad enmascarada, traspasos potenciales como el de los Clippers se convertían en algo mucho más improbable.
«Hubo una oportunidad durante el deadline. En las dos últimas temporadas ha habido siempre conversaciones con Clippers y Lakers. Primero fueron los Lakers. Ahora la cercanía ha sido con los Clippers. Trato de no pensar en ello. Especialmente ahora, que sigo jugando en los New York Knicks», ha dicho el jugador en declaraciones para Marc Berman del New York Post.
Decisión postergada
Quedan 13 partidos para que la temporada esté oficialmente cerrada en las oficinas del Madison Square Garden. Siete victorias separan a los Knicks de playoffs; y el milagro no va a ocurrir. Lo que si puede ocurrir es que en verano cuaje por fin ese —cada vez más— trascendental cambio de aires.
Según fuentes de NBC Sports, Phil Jackson estaría confiado en que su estrella medite seriamente, al finalizar de la temporada, buscar una opción de traspaso que beneficie a ambos: al jugador y a la franquicia a la que, no pocas ocasiones, le ha declarado su amor eterno.