DeMar DeRozan debuta con victoria sobre la Minnesota de Jimmy Butler

Había puntos calientes en la segunda jornada de la Temporada Regular de la NBA. Uno de ellos, de entre los once duelos de este miércoles, era el debut de DeMar DeRozan con los Spurs, en la misma cita en la que Jimmy Butler se vestía con la camiseta que no quería llevar, la de esos Timberwolves de los que pidió salir, sin éxito de momento, a mediados de septiembre.

Triunfo de San Antonio por 112-108, en lo que se presume un curso complicado para la escuadra de Gregg Popovich, plagado de bajas en la dirección y con ciertas dudas sobre su camino por el Oeste. No obstante, lo han iniciado bien y ante un enemigo directo para estar en los playoffs. Y lo hicieron con su nuevo hombre, DeRozan, bastante atinado en lo que era su primer encuentro con una franquicia diferente a los Raptors. El escolta, traspasado este verano desde Toronto a cambio, fundamentalmente, de Kawhi Leonard, atinó con 28 puntos y dos tiros libres finales para sellar la victoria.

¿Y Butler?

Era el otro protagonista de la velada. Todavía no ha actuado delante de su afición, a la que pidiera el lunes que le pitaran cuando juegue contra ellos, a la vez que dijo que mientras que esté en Minneapolis será un profesional que remará para que los Wolves ganen. Y eso intentó, con un buen duelo de 23 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias, 4 robos y 1 tapón en poco más de media hora. Completo.

Aldridge, inconmensurable

La duda para muchos es si LaMarcus Aldridge y DeRozan pueden conformar un dúo lo suficientemente competitivo como para que San Antonio esté en los puestos altos todo el curso. Con Pau Gasol de suplente y Bryan Forbes de base titular, además de DeRozan, la batuta de la responsabilidad del juego la llevó Aldridge, que acabó con unos brutales 21 puntos, 19 rebotes y 3 tapones en 41 minutos.

Minnesota, donde Andrew Wiggins llegó los 20 tantos pero Karl-Anthony Towns estuvo discreto –8 tantos, 9 rebotes y 3 asistencias–, había conseguido entrar en el último cuarto por delante, 81-83, después de un enfrentamiento marcado por alternativas en el marcador. En el último parcial los Spurs le devolvieron a la escuadra de Tom Thibodeau el 31-25 que habían sufrido en el tercer cuarto y sellaron el triunfo. Derrick Rose, con 112-110, dispuso de la última opción para los suyos. Erró y lo que vino después fue una falta de Butler, los mencionados tiros libres de DeRozan, un triple postrero de Wiggins que hizo agua y un 1-0 para los Spurs.


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