La lesiones de Derrick Rose casi son el pan nuestro de cada día, tristemente. El base, que fuera el MVP más joven de la historia de la NBA, acarrea una trayectoria de problemas físicos que han limitado demasiado su rendimiento.
El último episodio lo hemos vivido esta semana, en el partido ante los Clippers que los Timberwolves se llevaron pero en el que Rose cayó de nuevo lesionado. Un esguince en su tobillo derecho, producido al chocar en ataque contra Milos Teodosic, dejó al director de juego fuera de combate.
Eso sí, afortunadamente no parece una lesión de gravedad, si bien los tobillos de Rose son la última parte del cuerpo que viene a molestarle, tras el calvario sufrido en las rodillas. Ya en Cleveland sufría problemas en esta articulación, a los que se une ahora el esguince, algo común en la NBA, pero que no hace más que volver a frenar a un Rose que ante los Rockets había dejado una buena versión.
Duda para medirse a los Knicks
Este viernes, Minnesota visita el Madison Square Garden, en la recta final por asegurar su presencia en los playoffs. Y no está claro si lo hará con Rose, quien no entrenó este miércoles y que es duda para ese duelo ante New York, en lo que podría ser el regreso del base a la que fue su casa la temporada pasada. Ya en noviembre, en las filas de Cleveland, Rose no fue de la partida cuando LeBron y compañía visitaron la Gran Manzana, algo que puede volver a suceder ahora.
Rose ha disputado cinco encuentros con Minnesota, todos como suplente, para unos números de 6,6 puntos, 1,6 asistencias en 11,6 minutos de media.