Drummond-Griffin, esto marcha; dos de dos

Solo son dos partidos, pero las sensaciones no pueden ser mejores. Ambos se han propuesto entenderse desde el primer día, y las muestras de complicidad se revelan a cada momento; se buscan, se hablan, se felicitan cuando la conexión funciona y se alegran cuando el otro consigue anotar.

Andre Drummond ha recibido con los brazos abiertos a su socio de pintura; quizás esté tan contento porque el nuevo se desenvuelve estupendamente fuera de ella, por lo que sigue teniendo libertad plena bajo los aros para operar. Y luego está la asociación; su recién descubierta visión de juego, entrelazada con el IQ que ya sabíamos que traía el de Clippers, está generando puntos a tutiplén; y lo más importante: está generando victorias.

Ayer la víctima fueron unos siempre combativos Miami Heat de la mano de Eric Spoelstra. Choque bonito y competido hasta los créditos finales, y que se llevaron los Detroit Pistons por 111 a 107.

El rebote

Una de las claves estuvo en el rebote. Los Pistons apabullaron, 55 a 37. Un único responsable. Drummond promedia esta temporada 15,7 rebotes (líder de la NBA) gracias a actuaciones como la de anoche. El pívot (aprovechando también la baja de Whiteside) concluyó el encuentro con 23 puntos y 20 rebotes (además de 4 robos y 4 tapones), con siete capturas ofensivas, origen de nuevas ramificaciones en ataque.

Se unió Ish

Blake Griffin, por su parte, coqueteó por momentos con el triple-doble: 16 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias en 36 minutos. Pero anoche no hubo tándem, sino tridente. Ish Smith está ejerciendo de imparable point guard titular en la ausencia de Reggie Jackson. Ayer, la defensa de los Heat no halló el modo de parar su serpenteante habilidad. 25 puntos (récord personal de la temporada), 7 asistencias, 4 rebotes y una hoja de 11/14 en tiros.

Desde el banquillo el timón anotador corrió de las manos de Anthony Tolliver y Langston Galloway, con 13 tantos cada uno.

Los 33 puntos de Goran Dragic o los 19 de Jason Richardson y Kelly Olynyk, fueron insuficientes para la victoria a domicilio. Y señalar el boxscore de Justise Winslow, que sigue sin encontrarse en ataque; promedia 6,3 puntos esta temporada, y ayer se quedó en cero puntos con 0/6 en tiros de campo.

En fase demo

A pesar de este par de triunfos consecutivos, el discurso de Stan Van Gundy es opuesto al auto-elogio. El coach anticipa muchísimo margen de mejora en la aportación de Griffin al equipo.

«Tengo que descifrarlo ofensivamente. No le estoy ayudando ni a él ni a nosotros por ahora. Al principio del último cuarto, por ejemplo, jugábamos de manera mucho más fluida solo porque él no estaba en cancha. Tengo un gran jugador ahora en mi poder, y le estoy dando muchos minutos. Pero llevará tiempo».

Sin tiempo para trabajar esa química en los entrenamientos, tocará seguir forjándola en el campo de batalla; los Pistons reciben mañana a los Portland Trail Blazers.


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