Houston sobrevive a los excesos de Westbrook (51 puntos)

51 puntos, con un 17/43 en tiros de campo, 13 asistencias, 10 rebotes, 4 robos… Triple-doble con más puntos de la historia de los playoffs, máxima anotación de la franquicia (contando sus años en Seattle) en post-temporada, y más tiros intentados desde Michael Jordan en las Finales de 1993. Todo fue excesivo con Russell Westbrook en un partido entre Houston y Oklahoma City que bailó a su son, para lo bueno y para lo malo. Su excepcional actuación quedó aguada por un final lleno de fallos, acabando con el triunfo de los Rockets por 115-111.

Inicio de escándalo


Russell Westbrook intentó desde el principio darle la vuelta a la eliminatoria. Un gran arranque ofensivo de Oklahoma City, lanzado por su estrella, contrastaba con la falta de puntería de Houston. De nuevo sin un triple efectivo (fallaron sus 8 primeros intentos), los Rockets dependían de lo que les diera su defensa. En esta ocasión, no fue mucho. Sin capacidad de detener la creación de juego de Westbrook, la desventaja llegó a ser de 16 puntos.

Mientras James Harden sumaba más a base de tiros libres, el revulsivo de los Rockets fue Lou Williams (21 puntos, 16 en la primera mitad). El refuerzo para el banquillo adquirido en febrero dejó una perfecta muestra de los motivos para su fichaje. La explosión anotadora de Williams acercaba al equipo tejano, todavía incapaz de detener la inspiración de Westbrook. Al descanso, el base de los Thunder estaba ya a solo dos rebotes del triple-doble, pero su equipo solo podía dominar por 6 puntos.

Un armamento más variado


Westbrook siguió su camino a la historia de la NBA, versión playoffs, en la segunda mitad, devolviendo de nuevo la ventaja a los dobles dígitos. James Harden, quien terminó con 35 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias, mejoraba su producción, pero era esta vez Eric Gordon el que cambiaba el partido desde el banquillo. El escolta acabó con 22 puntos, siendo especialmente importante para alterar una dinámica hasta entonces poco favorable a Houston.

Los Rockets aprovecharon el descanso de Westbrook para cambiar el rumbo del duelo. Un parcial de 9-0 forzaba un regreso inmediato del base con el partido de nuevo apretado. Quizás por falta de descanso, quizás por exceso de precipitación, pero desde luego por una clara falta de confianza en sus compañeros, el último cuarto fue un monólogo de desaciertos de Russell Westbrook sin final feliz para Oklahoma City.

Desafinado en mal momento


El base se jugó 18 tiros de campo en los 12 minutos finales, metiendo solo 4. Con más opciones fiables, incluyendo la de un sólido Patrick Beverley, Houston aprovechó los fallos de un Westbrook cada vez más desesperado en sus intentos para amarrar el triunfo. La serie se desplazará ahora a Oklahoma City con un 2-0 a favor de los Rockets, victoriosos incluso ante una actuación histórica en todos los aspectos de Westbrook, de vuelta a casa con el orgullo herido y con más hambre que nunca por una victoria.


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