La carrera de Isaiah Thomas está marcada enormemente por los tres años que pasó como miembro de Boston Celtics. Antes de esa etapa, pese a hacerlo realmente bien en Sacramento, no alcanzó el nivel que le hizo entrar en la pelea por ser nombrado MVP. Y después, traspasado a Cleveland a cambio de Kyrie Irving, prácticamente no ha podido jugar –o lo ha hecho lejos de la categoría que se le presupone– limitado por una lesión de cadera. Resumiendo: Thomas encontró su hábitat perfecto en Massachusetts.
Esa es justo la impresión que quedó grabada en Thomas. El ahora jugador de Denver Nuggets, donde ha sido apartado de la rotación por Mike Malone, mira al futuro con la incertidumbre de quien sabe que le espera la agencia libre tras un año en el que ha disputado solo nueve partidos; pero también con todas las opciones abiertas, incluida la de volver a Boston.
«Nunca se sabe qué puede pasar. No se puede predecir el futuro. Mis opciones incluyen a cualquiera. Ahora mismo soy jugador de Denver Nuggets, pero seré agente libre a final de temporada y nunca se sabe qué puede pasar», explica a Boston Globe.
En Boston, informados
La apreciación de Thomas sobre la posibilidad de vestir de verde nuevamente no es algo que haya surgido de repente. Cuestionado por la posibilidad a regresar donde tantos momentos emocionantes vivió, el base señala que ya el verano pasado comentó a la gerencia de los Celtics que tendría interés en regresar.
«Sé que no nos separemos de la mejor manera tras mi traspaso. Pero quería que ellos supieran que el interés estaba ahí. No sabía si ellos estaban interesados, y ni siquiera estaba diciendo que quería volver. Solo comentaba que si la oportunidad se presenta estaría interesado. Eso fue todo», concluye.
(Fotografía de Matthew Stockman/Getty Images)