No todo es alegría e implicación en los 76ers alrededor del futuro y del famoso The Process. Jahlil Okafor, que de alguna manera podría haber sido buen representante de ese concepto que invade el baloncesto de Philadelphia, no tiene claro si se siente parte del proceso, de la juventud y del futuro compartido de los Sixers.
“No estoy seguro de si estoy en el equipo”, apuntó Okafor a Jordan Brenner, de SB Nation. “¿Realmente soy parte de este proceso, de esta cultura? Los chicos están en las redes sociales, pero yo estoy en la oscuridad”, señaló un jugador que parece estar fuera de lugar en los Sixers.
En ese sentido, la franquicia ha contribuido en buena parte a ello y no esconde sus deseos de enviarlo a otro lugar. A la sombra de Joel Embiid y con la competencia añadida de Amir Johnson, el pívot no encuentra encaje en Philadelphia.
Número 3 del Draft de 2015, Okafor fue miembro del Quinteto Ideal de Rookies 2016 y registró una buena temporada de debut, aunque eso sí, su rodilla ha sido su quebradero de cabeza desde su puesta de largo como profesional. Esos problemas le han limitado a 103 partidos de liga regular su trabajo con los Sixers en dos cursos.
Boston, pasado y ¿futuro?
Okafor ha admitido también que durante la famosa pelea de noviembre de 2015 en Boston, donde pue el protagonista de una trifulca callejera, estaba borracho y frustrado por haberse encontrado cerca de la victoria contra los Celtics, pero haber caído finalmente derrotados.
Precisamente, la ciudad de Massachusetts ha estado vinculada al nombre del pívot en las últimas semanas, pero no por temas de disputas, sino porque la franquicia verde fue un buen candidato a completar su rotación con esta todavía joven pieza.
Quizá en el Garden pueda tener un futuro más halagüeño que en Philadelphia, donde parece que su tiempo está terminado. El center guarda contrato para el resto de la 2017-18 y los Sixers disponen de una opción de equipo para retenerlo durante la 2018-19, dentro de esos acuerdos firmados en el verano de 2015 bajo la escala de novatos, y que aseguraban dos temporadas completamente garantizadas para el jugador y opciones de continuidad para los Sixers de cara a la tercera (ejercida) y la cuarta.
“Voy a un evento de Sixers, sonrío, me hago fotografías con los niños y esas cosas, pero todavía pienso, ‘¿soy parte de este equipo?’”.