Kanter: “Estaba en el peor equipo de la liga y no jugaba porque pensaban que era viejo”

Un papel determinante. Un salto adelante con todas las letras. Enes Kanter ha sabido ver y aprovechar en Portland todos los caminos expeditos que la vida deportiva de la entidad de Oregón le ha dejado y donde sobresale la terrible lesión de Jusuf Nurkic, un hecho que catapultó al teórico pívot de rotación turco a la titularidad.

Ayer Kanter, contra los Thunder y en la primera ronda del Oeste,  hizo uno de sus mejores trabajos recientes y más allá de que por momentos sufriera para sujetar a Steven Adams, sus 20 puntos y 18 rebotes y la manera de acumularlos fueron definitivos. Sobre todo, la jornada de Kanter refulgió en el último tramo del partido, cuando fue capaz de coger dos rebotes ofensivos esenciales y de inventarse una canasta a falta de 11 segundos para sentenciar el asunto.

“No jugaba porque pensaba que era viejo”

Y este Kanter es el mismo que sigue teniendo dramáticos problemas con su Turquía natal, el mismo que no puede salir de Estados Unidos casi ya ni a Canadá por riesgo a ser detenido. Es el mismo pívot que llegó a New York en septiembre de 2017 como parte del traspaso de Carmelo Anthony a los Thunder y que en los últimos meses en la Gran Manzana no entraba en los planes ni de la franquicia ni de David Fizdale. Los Knicks querían reconstruir y no necesitaban hacer jugar a un pívot que era expiring y que se iba el 1 de julio. Así que tras no poder colocarlo en ninguna entidad, lo cortaron. Libre, firmó por el mínimo con los Blazers. Y anoche, en una reválida de garantías, sobresalió.

“Estaba en el peor equipo de la liga”, dijo en rueda de prensa sobre su paso por New York, tras el triunfo sobre OKC. “Y no jugaba porque pensaban que era viejo”.  Kanter cumple 27 años este 20 de mayo próximo. “Con toda la situación que me rodeaba, solo quería salir ahí y ganar. Estaba frustrado”, resume Kanter sus días finales en New York.

“Estoy bendecido”

Todo cambió con la llegada a Portland y Kanter devolvió la confianza con trabajo y ese último partido de 20+18 que unido a la labor de Damian Lillard o de C.J. McCollum permitió a los Blazers sacar adelante un correoso partido. “Hace un par de días me miré al espejo y me dije: ‘Hombre, estoy bendecido por estar aquí con esta organización que confía en mí y con estos extraordinarios compañeros. Es estupendo”.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.