Kevin Durant confirma la primera de las señales del plan trazado por él mismo y las diestras oficinas de los Golden State Warriors. El alero, MVP de las Finales 2017, se saldrá de su actual contrato, rechazando una player option por valor de 27,7 millones de dólares, y entrará en situación de mercado. Sin embargo su ingreso en la agencia libre será un mero formalismo ya que Durant firmará de nuevo un segundo contrato con la entidad de la Bahía. Además, por cantidades muy importantes.
Durant volverá a comprometerse con el proyecto campeón de los Warriors acto seguido de rechazar la opción de jugador para salir al mercado. Es decir, no hay ni posibilidad de que otras franquicias tanteen su posible fichaje. Y Golden State volverá a atar a unas de sus superestrellas —tienen nada menos que cuatro— por un contrato que casi llega al máximo salarial permitido en estos momentos, como ha podido adelantar el periodista Chris Haynes, de ESPN.
La maniobra que se espera de los Warrirors es que Kevin Durant firme por una cantidad muy importante este verano, pero perdonando algo de dinero respecto al máximo total y con solo un año garantizado más otro opcional —misma fórmula que en 2016—. De esa manera, Golden State puede tener ingeniería salarial para mantener en liza a otros jugadores clave del proyecto, como son Andre Iguodala y Shaun Livingston, este mismo verano; y volver a firmar ya por más años a KD en el próximo mercado, 2018.
Iguodala no tiene precisamente pocos seguidores entre los directivos NBA, muchas franquicias desearían tenerle y le tantearán, y por ello los Warriors necesitan un esfuerzo máximo tanto de jugadores como de directivos.
Caso de Curry
Además de Durant, Iguodala o Livingston, los Warriors renovarán este verano a Stephen Curry por el máximo de cinco años y más de 200 millones de dólares.
En estos momentos, la plantilla de los Warriors cuenta solo con cinco efectivos, de los cuales solo Klay Thompson y Draymond Green son jugadores de talla XXL.