Va a ser una de las cantinelas de la temporada 2018-19, un dolor de encías para la fanbase que muestra lealtad al color verde trébol. Kyrie Irving, paladín de los Boston Celtics —de nuevo candidatos a todo— será agente libre el verano que viene y podría firmar libremente por otro equipo en solo unos meses. Se especula sobre su posible salida del equipo en tal momento, sin embargo, aunque el mismo jugador ha declarado varias veces que le gusta la perspectiva de poder decidir su futuro en primera persona, recientemente alegó que está «muy, muy bien» en Boston, defendiendo que sería algo demente plantearse ir a cualquier otra parte.
«Incluso si intentase pensar en irme a otra parte, sería algo cómo ‘¿en qué estás pensando, tío? Estamos demasiado bien aquí. El futuro es muy brillante en Boston. Estoy feliz de ser parte de eso», ha podido deslizar Kyrie Irving, en declaraciones recogidas por la periodista Rachel Nichols (ESPN).
La predisposición del antiguo vasallo de LeBron a quedarse parece plena y aunque queda una temporada completa y muchas cosas pueden acontecer hasta entonces, las opciones de Irving en los Celtics le colocan como estrella de un proyecto candidato a todo; está también bajo la tutela de una de los mejores técnicos de la competición. Una salida supondría empezar de cero en otro lugar y volver a colorear de incertidumbre las opciones de pelear por un campeonato.