Kyrie Irving deberá pasar más pruebas para confirmar el estado de su rodilla izquierda. El base se someterá a una resonancia magnética este miércoles como consecuencia del percance que se produjo en el partido ante Indiana Pacers el día de Nochevieja.
Irving cayó al suelo después de una entrada a canasta en el tercer cuarto, y aunque en un principio los preparadores de los Cavaliers le dieron permiso para seguir jugando, las sensaciones del jugador no fueron buenas.
“Cuando volví a la pista todavía no lo sentía bien”, dijo Irving en declaraciones que recoge The Associated Press. “Creí que había ocurrido lo peor. Sentí que algo saltó en mi rodilla. Estaba tirado en el suelo. Fue una experiencia muy dolorosa. Estaba rezando a Dios para que todo fuera bien. Espero que todo vaya bien, ya veremos”.
Irving finalizó el encuentro con 10 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en su haber después de 35 minutos de juego.