Si hay algún jugador que sepa lo que es pasar por estar fuera de las canchas un periodo tan grande como toda una temporada, ese es Paul George. El alero de los Thunder pasó por este calvario durante la campaña 2014-15 y cuando vio la terrible lesión de Gordon Hayward, intentó estar en contacto con él para ayudarle en lo que buenamente pudiera.
“He estado en contacto con él, le he enviado mensajes y he visto su evolución desde la distancia, la manera en la que ha estado progresando”, comentó George en declaraciones recogidas por ESPN. “Al principio, estuve bastante cerca de él, hablábamos mucho. En el punto en el que está ahora, parece que lo está haciendo realmente bien. Está empezando a lanzar, haciendo ya algunas cosas en cancha”.
George señaló que lo que más ha intentado ha sido transmitirle “los obstáculos más complicados por los que iba a tener que pasar con la lesión. Creo que le he ayudado un poco, dándole pistas de qué esperar. Lo está haciendo realmente bien. Creo que ya ni necesita palabras de aliento. Él ya sabe que estoy ahí si lo necesita”.
Aunque Brad Stevens puntualizó hace unas semanas que nos olvidásemos de ver a Hayward en esta temporada, lo cierto es que el jugador nunca ha querido cerrar la puerta para su regreso. Tiene la esperanza de empezar a correr en no mucho tiempo y ya realiza pequeños saltos durante sus ejercicios de tiro.
[Siempre hay contratiempos] y eso es algo que he intentado transmitirle, porque sabía que es algo que te acaba frustrando. Justo cuando te encuentras mejor, te das de bruces con algunos contratiempos. Es un proceso en el que hay una gran cantidad de estrés, a veces vas a sentir dolor y otras veces vas a sentir que no deberías haber hecho algo. Es parte del proceso. Tienes que empezar a construir, pasar a través de algunos muros. Construir confianza y esperar que la pierna reaccione. Le dije que va a haber algunos buenos días, pero que también va a pasar por malos”, añadió George.