La inmadurez de Bynum es lo único que puede parar su dominio

El histórico esfuerzo realizado anoche por Andrew Bynum logrando 30 rebotes en San Antonio, no puede esconder ciertas lagunas de su personalidad que son las que impiden que se convierta en uno de los jugadores más importantes de la NBA.

Domina en los tableros si se lo propone, está completando la mejor temporada de su carrera por mucho (18,4 puntos, 11,9 rebotes y 2,0 tapones por partido) y se mantiene alejado de las lesiones que han truncado parte de su progresión, pero sus salidas de tono dentro y fuera de la cancha contrastan con sus números de los partidos.

Ayer dejó dos nuevas muestras al término del encuentro. Primero tratando de robar el balón a su propio compañero no se sabe muy bien con qué objetivo, pero probablemente fuera para tirar un triple, lo cual ya le trajo problemas anteriormente:

Se ve que esa acción le había divertido y relajado, porque en la entrevista inmediatamente posterior no tuvo reparos en utilizar un lenguaje soez mientras el periodista le ponía en una lista al mismo nivel que algunos de los grandes pívots de la historia de la NBA:

Mike Trudell: «Andrew Bynum, estos son los nombres de los jugadores que han conseguido 30 rebotes en la historia de los Lakers: George Mikan, Wilt Chamberlain, Kareem Abdul-Jabbar, Elgin Baylor. Te has unido a esa lista. ¿Cómo te sientes por ello?»

«Bueno, mis lanzamientos son una mierda, tío».

Como diría Andrés Montes, cabecita loca. Bynum es consciente que la palabra shit (mierda) está bastante mal vista en la televisión estadounidense y suele ser censurada, pero en esta ocasión no dio tiempo a hacerlo.


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