Una máquina casi perfecta de jugar al baloncesto. Tan completa y llena de extras que cuesta hallarle un lunar; pero si hubiera que elegir uno, el más detectable salta cuando el rival no presiona y la parsimonia impera: el tiro libre, el punto débil de LeBron James.
Su peor año
Su media de acierto durante toda su carrera realmente rechina con lo que es él. Promedia un 74% y jamás, ni una sola temporada, ha rebasado el 78%. Este año se ha superado, en el mal sentido: 67,4%, su peor porcentaje de siempre.
Y en los playoffs, un fallo casi por cada tres intentos, y más un jugador como James, que va a la personal más que a menudo, pueden ser muchos puntos menos. Puntos que pueden significar partidos y, quién sabe, si eliminatorias. Y no, no es una afirmación al azar o un pesimismo exagerado. En el primer choque de la serie ante Indiana, los Cavaliers como equipo anotaron 14 de 27 (51,9%). Casi les cuesta el Game 1.
«Me está matando», decía el ’23’ justo en vísperas de arrancar la postemporada. «No puedo tener todo lo demás subiendo y dar un paso atrás en esto, pero estaré bien para los playoffs. Acabaré en torno al 80%», aseguraba el rey.
Y para ello, ya ha elegido su antídoto. En los Cavs lleva habiendo varios años un jugador excepcional en el distrito de los tiros libres. Kyrie Irving promedia un 87,3% en su carrera y este curso se eleva hasta el 90,5%. Pero es que resulta que ha llegado uno todavía mejor: Kyle Korver, con ocho temporadas más a sus espaldas que el playmaker, maneja en sus catorce años como profesional un 88.0% desde el tiro libre, y desde que se asentó en Ohio sube hasta el 93,3%. Y LeBron se ha fijado en eso y, por lo tanto, en él.
Cambios en la rutina
«Es una rutina que vamos a tratar de seguir», ha dicho el forward y recoge Cleveland.com. «Kyle y yo hemos estado discutiendo sobre esto, cómo lograr que sea más eficaz. Quiero decir, Kyle es probablemente uno de los tipos más eficientes que tenemos desde la línea de tiros libres en nuestro equipo. Tengo la mente abierta, tratando de encontrar formas que puedan ayudar a mi eficiencia, por lo que es un buen comienzo».
https://giphy.com/gifs/VKppUDp6avII
En el pasado, James tuvo otro viejo compañero al que trató de emular cuando jugaba en Miami: Ray Allen. Esta temporada regular, James lleva probadas al menos tres rutinas diferentes. Nos desveló la nueva a la primera ocasión que tuvo el pasado sábado frente a los Pacers.
https://giphy.com/gifs/GhdSe3eCrKQE0
En lugar de alinear sus pies, adelantó el derecho y retrasó el izquierdo. Mantuvo la pelota más alta antes de lanzarla en lugar de esconderla previamente por debajo de la cintura, como nos tenía acostumbrados hasta hace apenas unos días atrás. El resultado no fue brillante, pero es pronto para sacar conclusiones: 6 de 9 anotó James.
Thompson se sube al carro
Otro al que tampoco le venían mal unas clases de refuerzo es a Tristan Thompson (49,8% este año y 61,1% en su carrera), y éste también lo ha percibido así: otro miembro más para el club. Kyle Korver ya tiene dos alumnos y mucho trabajo por delante.