Hasta Steve Clifford, entrenador de los Bobcats, explicó que después de todos los años que lleva deslumbrando en la NBA, LeBron James aún le sigue sorprendiendo: «Ya sabes, sería divertido si no fueras el entrenador del otro equipo».
Estas palabras vienen tras la actuación que el alero de Miami realizó en la victoria por 81-97 en Charlotte. Anotó 30 puntos, dio 7 asistencias y atrapó 4 rebotes, siendo el jugador más determinante de su equipo. James logró 20 de esos tantos en la primera mitad del encuentro para finalizar con un 13 de 18 en tiros de campo y un 4 de 4 en la línea de libres.
Los datos en anotación logrados por James suponen que haya alcanzado la barrera de los 30 puntos por tercer partido consecutivo. Ante los Mavericks llegó hasta los 39, y frente a los Bucks, hasta los 33.
«Más que otra cosa, era la energía que desplegó», decía su entrenador Erik Spoelstra. «Cuando le ves atacar el cristal y subiendo el balón coast-to-coast, sabes que él siente que está bien con su cuerpo y eso le da un gran nivel a nuestro equipo. Está jugando con gran energía a ambos lados de la cancha».