Un mayor control sobre las acciones y los comportamientos que se den en la física eliminatoria que está enfrentando a Miami con Chicago. Eso es básicamente lo que le ha pedido LeBron James a los árbitros de cara al Game 3. Y lo ha hecho, según su criterio, viendo consecuencias del segundo partido como las expulsiones de Joakim Noah y de Taj Gibson.
«Entiendo que los árbitros van a intentar controlar el juego como sea posible, así que hay que ajustarse a ello», explicaba LeBron. «Sabemos que, sin duda, va a ser muy físico y nosotros lo estamos esperando. Es una rivalidad con este equipo. Ellos no nos gustan, y nosotros no les gustamos. Eso es así«.
Varios jugadores y ambos entrenadores ya han apuntado que no quieren ver cosas que se escapen del control de los árbitros como pasara el miércoles noche. Y por ello, LeBron insistió en sus anteriores palabras: «Tenemos que llevar esa misma agresividad, esa misma actitud que tuvimos en el segundo partido al Game 3 y 4 también. Han regresado a su cancha, y tenemos que estar preparados para ello. [El equivalente] a lo que sucedió la noche anterior fue como si un par de chicos [jugadores] recibieran un puñetazo en la cara en la década de los 80´. Eso es el equivalente ahora«.