El partido entre Kings y Pistons disputado durante la noche del viernes ha pasado a la historia, aunque no necesariamente por cuestiones deportivas.
Los aficionados de los Kings fueron retados a superar el «récord mundial de rudio en un pabellón deportivo cerrado» y lo hicieron por dos veces en dos tiempos muertos del encuentro. Las mediciones oficiales alcanzaron los 126 decibelios.
El anterior récord estaba en posesión de los aficionados de los Bucks, quienes llegaron a los 106,6 decibelios durante un partid disputado en el Bradley Center el 20 de diciembre de 2008.