Los Grizzlies se refuerzan ante las bajas de Z-Bo y Arthur

Marreese Speights ya es un Grizzly. El pívot de los Sixers ha sido traspasado a Memphis en una operación a tres bandas que llevó a Xavier Henry a New Orleans, y dos segundas rondas del draft (una desde los Grizzlies y otra desde los Hornets) a Philadelphia. De esta forma, Speights se convierte en un prometedor refuerzo para la pintura de Memphis… en un movimiento, en parte, obligado por las lesiones en su juego interior.

Tras completar la mejor campaña de su historia y llegar a unas disputadísimas semifinales del Oeste, los Grizzlies afrontaron la nueva temporada con aire continuista. Marc Gasol era el único miembro del núcleo duro de Memphis que acababa contrato, y su multimillonaria renovación aseguró la continuidad de su quinteto inicial. Mike Conley, Tony Allen, Rudy Gay, Zach Randolph y Gasol, con O.J. Mayo de sexto hombre, volverían a ser los mimbres para, al menos, repetir el resultado de la primavera anterior.

Los retoques se reservaban al banquillo, con la llegada de jugadores como Jeremy Pargo o de Quincy Pondexter, adquirido desde los Hornets por un Greivis Vásquez que se quedaba sin sitio por el rookie Josh Selby, y el citado Pargo. Pero el primer golpe a la estabilidad del equipo llegaba pronto.

Darrell Arthur, el fiable «4» que ofrecía minutos de descanso a Zach Randolph y Marc Gasol, se lesionaba de gravedad en su talón de Aquiles, y se quedaba en el dique seco para toda la temporada. Un golpe duro que obligó a los Grizzlies a moverse en el mercado, y adquirir a Dante Cunningham, agente libre tras acabar la pasada temporada en Charlotte.

Pero un golpe aún más duro por la relevancia del jugador en cuestión llegaría hace unos días. Zach Randolph se desgarraba un ligamento de su rodilla derecha. Tiempo de baja: entre 6 y 8 semanas. En una temporada tan corta, los Grizzlies perdían a su mejor jugador para prácticamente toda la primera mitad de la Regular Season.

El rápido fichaje de Speights, sumado a la renovación tardía de Hamed Haddadi, da al entrenador Lionel Hollins nuevas piezas con las que combinarse en el juego interior, aunque la baja de Randolph va a ser muy complicada de cubrir. Cunningham, suplente en la ausencia de Z-Bo, ha promediado 4.5 puntos y 2.5 rebotes en sus dos partidos como titular. Pese a las victorias de Memphis ante Sacramento y Minnesota, el equipo necesita algo más para complementar a Marc Gasol.

De ahí la llegada de Speights, un jugador irregular capaz de anotar la pasada temporada 23 puntos en 17 minutos ante Toronto, y de pasar desapercibido durante prácticamente el resto de partidos. La llegada del rookie Nikola Vucevic le dejaba sin sitio en el juego interior, y Memphis lo ha sabido aprovechar. De su aportación durante la baja de Randolph dependerá una parte importante de las opciones de los Grizzlies de posicionarse en un buen puesto para los Playoffs… y de reflotar su propia carrera, anclada tras tres años en Philadelphia.


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