El sindicato de jugadores de la NBA (NBPA) ha presentado una demanda por prácticas laborales desleales ante la Junta Nacional de Relaciones del Trabajo para tratar de conseguir una orden judicial que impida a los propietarios imponer un cierre patronal cuando acabe el actual contrato colectivo el 30 de junio.
La NBA por su parte, ha emitido un comunicado respondiendo a la acción de los jugadores:
“Nosotros hemos cumplido y seguiremos cumpliendo con nuestra obligación bajo las leyes federales del trabajo. Esto no nos va a distraer de nuestros esfuerzos para negociar de buena fe un nuevo convenio colectivo”.
Los jugadores se enfadaron tanto con la última propuesta -que intenta bajar los sueldos en casi un 40% y poner un tope salarial muy restricitvo- que la Unión estaría buscando diversas opciones legales antes de presentar una contrapropuesta formal.
El sindicato trató de aclarar los motivos de la demanda:
“Hemos instado a la Junta a investigar este asunto con rapidez y buscar una orden judicial contra las prácticas de negociación ilegal de la NBA y su amenaza de cierre patronal ilegal”.
Hace una semana el comisionado adjunto Adam Silver utilizó un tono conciliador en la discusión de las negociaciones y manifestó que sería irracional convertir la controversia entre las dos partes en un paro laboral. Pero los dueños de las franquicias han tomado una línea dura en las negociaciones en busca de un sistema completamente reestructurado que les conceda más parte del pastel económico. El comisionado David Stern recordó que la liga calcula tener pérdidas por valor de 300 millones de dólares esta temporada.
Ahora las partes se verán las caras en la próxima reunión que tendrá lugar en la ciudad de la Conferencia Oeste que sea finalista de la NBA, es decir Oklahoma City o Dallas. Puede que entonces podamos conocer más concretamente si tendremos el temido lockout.