Los Lakers se imponen a Boston y esta vez no habrá revancha

Lakers y Celtics se han pasado los últimos cuatro años retándose de forma permanente. En 2008 dos victorias en regular season y anillo para Boston en los enfrentamientos directos. En 2009 sólo se encontraron en dos ocasiones y en ambas los Lakers saborearon un triunfo que mitigaba el dolor del año anterior. En 2010 una victoria para cada uno en temporada regular y el anillo para los Lakers en una extenuante e histórica final a siete partidos. En 2011 nuevo reparto de victorias. Y en 2012, los jugadores de Boston han luchado pero han perdido los dos choques ante su máximo rival por un total de cuatro puntos.

Ayer se disputó el que se presupone que es el último partido entre ambos en esta temporada y Los Angeles Lakers consiguieron una trabajada victoria gracias a las jugadas clave de Kobe Bryant y Andrew Bynum en los instantes finales.

Gran parte del foco de la NBA estaba puesto en el Staples Center para degustar un partido con aroma nostálgico, pero los dos equipos se mostraron lentos, fríos y desacertados -especialmente Boston- durante los primeros 18 minutos. Como si de repente la edad de los quintetos titulares se hubiera hecho protagonista del choque y a todos se les hubiera olvidado brillar, muchos se temían que este partido nada tendría que ver con las batallas de años anteriores.

Pero el 37-22 favorable a los de casa a mitad del segundo cuarto marcó un punto de inflexión. A partir de ese momento los dos quintetos mostraron su mejor cara actual, esa que es muy cercana a la que habitualmente han ofrecido en sus enfrentamientos durante estos cuatro últimos años de renovada rivalidad.

Los Celtics iniciaron un periodo de gran acierto en los porcentajes de tiro y el marcador comenzó a reflejar multitud de cambios de liderato y empates durante muchos minutos hasta que Boston estiró la diferencia a cinco puntos (89-94) a falta de 2:41 para el final. Sin embargo, todo el éxito que los verdes habían mostrado anteriormente se desvaneció por completo y no volvieron a anotar.

Kobe Bryant y Andrew Bynum, con dos canastas cada uno, sellaron un parcial de 8-0 a favor de los Lakers que dejaba contra las cuerdas a los de Doc Rivers. En el último ataque del choque, Ray Allen no pudo lanzar el triple planeado ante la presencia de Gasol y se vio obligado a pasar el balón a Paul Pierce, quien falló el desperado intento. Garnett logró palmear el balón para que Rondo tuviera una nueva ocasión, pero el tiro se quedó corto.

Probablemente varios de los protagonistas principales de estos enfrentamientos jugaron ayer su último Lakers-Celtics. El Big Four de Boston rindió al nivel esperado con 14 puntos y 11 rebotes para Kevin Garnett, 17 puntos para Ray Allen, 13 y 9 asistencias para Paul Pierce y 24 y 10 asistencias para Rajon Rondo.

Donde no pudieron competir fue en la pintura, zona en la que los Lakers se mostraron muy superiores ante las bajas que Boston ha ido sufriendo paulatinamente en esa posición ya sea por traspasos, retiradas o lesiones (Perkins, Shaquille, Jermaine, Davis). Bynum logró un total de 20 puntos y 14 rebotes, Pau Gasol 13 puntos y 13 rebotes y Kobe Bryant fue el máximo anotador del partido con 26 puntos y 7 asistencias. En rebotes Lakers y Celtics cumplieron con sus papeles de mejor y peor equipo de la NBA en el aspecto reboteador: 42-34 para Lakers.

Con Pau Gasol, Ray Allen y Rajon Rondo envueltos en multitud de rumores de traspaso y Kevin Garnett acabando contrato en junio, parece que este ha sido el último enfrentamiento entre los dos núcleos de jugadores que han logrado revivir la rivalidad histórica entre las dos franquicias más laureadas de la NBA.

Desde 2008, Lakers y Celtics se han enfrentado en dos ocasiones en las Finales de la NBA con una victoria por cada lado. En los enfrentamientos en temporada regular desde que Pau Gasol llegó al equipo de Los Angeles, momento en el que ambas plantillas igualaron su potencial, Celtics y Lakers han disputado ocho partidos con un balance de seis triunfos para los de California y dos para los de Massachusetts. Además, cuatro de esos ocho partidos se decidieron por un solo punto, una muestra más de la igualdad existente entre los dos históricos rivales.

«Nos encanta batir a este equipo», comentó un feliz Bynum momentos después de que se cumplieran los 48 minutos. Lakers y Celtics volverán a jugar entre ellos, lo que no sabemos es quienes vestirán sus camisetas y si Bynum volverá a poder disfrutar de una victoria así.


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