Los Rockets dejan a los Warriors al borde del caos

Lo dijimos tras el cuarto partido, que se agarrasen ustedes porque venían curvas. Y vaya curvas. Los últimos dos minutos de Game 5 de las Finales de Oeste ilustraron el momento de la temporada en el que estamos, con la serie por el anillo a la vuelta de la esquina. Y ahí, cada vez más cerca aunque todavía no dentro, están los Rockets.

Houston tenía fe desde el principio de su duelo contra los Warriors de que esto iba a ir para largo y por eso se precipitó a vender entradas para el Game 5 sin saber si se llegaría a disputar. Un optimismo moderado que ayer, con 2-2 en la eliminatoria, premió a todos aquellos que confiaron pronto en la escuadra y a toda la afición de unos Rockets que ve cómo escuadra puede volver a meterse en unas Finales de la NBA después de décadas.


Ganaron los Rockets por 98-94, en decíamos unos instantes últimos llenos de frenesí, de desaciertos, de emoción y de diversión, esto último quizá solo para el aficionado neutro. Houston coloca el 3-2 en la serie y si gana el sábado el Oakland entrará en las Finales de la NBA. Si pierde, todavía dispondría de otra bala, el lunes, en su feudo. Es el escenario soñado.

Los Warriors, cerca de la debacle

Los actuales campeones de la NBA representan ahora mismo la otra cara. La angustia, el miedo a caer. La debacle y el caos a la vuelta de la esquina. Porque si hay alguien que puede dejarlos fuera en el camino estos son los Rockets, capaces de dar la vuelta a ese 1-2, capaces de sobreponerse a una derrota por 41 puntos. Y capaces anoche de vencer a pesar del mal servicio de James Harden, 0/11 en triples y 19 puntos. Sí, los jugadores de Mike D’Antoni están cansados. A él, esto parece serle secundario, toda vez que volvió a reducir la rotación a siete hombres. Aunque eso sí, el banquillo local fue más corto pero efectivo que el visitante. Para Houston sumó 33 puntos, por 4 de los suplentes de los Warriors. Steve Kerr empleó cuatro reservas, pero sin productividad.

El factor Gordon

A falta de poco más de un minuto, 95-94 para los locales. Entonces Chris Paul, 20 puntos en la noche, 18 de ellos en el segundo cuarto y lesión en los isquiotibiales que le hace ser duda para el sábado, erró su tiro. Quinn Cook hizo lo propio desde el triple, Harden le copió. Nadie daba una, tampoco Stephen Curry, mal a falta de 10 segundos. Trevor Ariza alargó el suspense con un tiro libre de dos anotados (96-94). Entonces Eric Gordon, que había lanzado a los suyos poco antes con un triple para el 95-91, contestado por Draymond Green (95-94), cerró la contienda desde el tiro libre. Él no falló, como sí lo había hecho a medias Ariza,como si lo hizo Green instantes antes con una pérdida de balón demoledora.

Esos 5 puntos finales de Gordon le dejaron un total de 24, el mejor de los Rockets. Kevin Durant, 29 tantos, lideró a unos Warriors que nunca llevaron una ventaja superior a los 4 puntos, que volvieron a no poder contar con Andre Iguodala, aunque sí con Klay Thompson, y que se juegan todo, absolutamente todo, este sábado, en el Oracle Arena. El mismo que les coronó en 2017 como campeones de la NBA.


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