Marc Gasol acaba con los Nuggets desde el tiro libre

Qué buenas sensaciones está dejando Memphis, sobre todo tras el fiasco de temporada 2017/18. Los Grizzlies sacan victorias importantes, aunque quizá la más notable sea la de ayer, sobre Denver (89-87), ya que los Nuggets llegaban a Tennessee solamente con una derrota en su haber y un espectacular récord de 9-1. Pero Memphis es otra cosa muy diferente a lo visto hace 365 días, cuando se hundían y David Fizdale era sentenciado.

Gasol, decisivo

El éxito de los Grizzlies ayer tiene dos nombres principales: Jaren Jackson Jr. quien con 20 hizo uno de sus mejores partidos en su todavía corta carrera como profesional, y Marc Gasol, a quien no le tembló la mano para encestar los lanzamientos decisivos. Y esos fueron dos tiros libres con el reloj parada en 4 segundos y el duelo empatado a 87. En ese instante, Marc llevaba ya 18 puntos y un impoluto 5/5 desde la distancia. Lo elevó todo a un 7/7 perfecto y 20 puntos, para el definitivo 89-87.

Una conquista que coloca a Memphis con 6-4 y quintos de la Conferencia Oeste. Gasol, que además añadió 12 rebotes, 4 asistencias, 2 robos de balón y 3 tapones, dejó con su muñeca afinada el triunfo en casa, en una contienda muy pareja, con máximas ventajas de ambas escuadras de 8 puntos y emoción hasta el final. Ahí, además de Gasol, 8 tantos en el último cuarto, se asomó Mike Conley, quien solo dejó cuatro créditos anotadores, pero que a falta de menos de un minuto y después de un 1/8 en tiros de campo, tuvo la responsabilidad y la entereza de líder para entrar en la zona de los Nuggets y poner el 87-83, que fue contestado por Trey Lyles y por Jamal Murray (87-87).


De modo que en ese contexto de tensión extrema, la posesión definitoria la jugaba Memphis, para seguir intocable como local. Gasol fue objeto de personal por parte de Murray antes incluso de recibir la pelota. Había que pararlo como fuera. Tras el acierto del pívot español, Denver dispuso de una última bola para cambiar el rumbo de todo. Realmente fueron dos, porque al triple fallado de Nikola Jokic le sucedió un rebote y tiro desesperado de Jamal Murray. Hierro en los dos casos.

Jokic, tímido ante el tiro

El encuentro dejó algo notable. Un hombre que anota y cosecha dobles-dobles y triples-dobles como es Jokic apenas miró el aro anoche. Y decimos apenas por no decir nunca, ya que ese triple errado supuso su único tiro a canasta en toda la noche. Jokic acabó con 4/4 en tiros libres y de ahí procedieron sus exiguos 4 tantos, que acompañó de 7 rebotes, 4 asistencias y 3 robos de balón.


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