Nada de lloros, Utah dará galones a Gobert

Decir que Utah Jazz no sentirá la ausencia de Gordon Hayward sería faltar a la verdad, pero igualmente estaríamos mintiendo con el simple hecho de pensar que se dejarán llevar. Cualquier equipo, tras perder a su jugador franquicia, optaría por hacer borrón y cuenta nueva con la palabra reconstrucción por delante, pero en Salt Lake City, donde se han visto ante esa posibilidad, han optado por el camino que más les caracteriza, el de luchar con lo que tienen –que tampoco es poco–.

Hablamos de un equipo que acaba de incorporar a uno de los bases que mejor se adaptan a su filosofía, Ricky Rubio, quien además llegará a su nueva casa tras firmar sus mejores meses en la NBA. Siguiendo de fuera hacia dentro, tenemos a dos escoltas que, si les respetan las lesiones, deben dar mucho al equipo: Alec Burks y Rodney Hood. Además, cuentan con el talento y veteranía de Joe Johnson y con la intendencia de Thabo Sefolosha, a quienes se une como alero el recién renovado Joe Ingles. ¿Más? Miremos por dentro.

Arribando a la pintura, es justo aquí donde la gerencia de los Jazz cree tener lo necesario para reconducir la producción que ofrecía Hayward. Dejando de lado a Derrick Favors, quien por problemas físicos vio frenada su progresión, alguien ha crecido aún más bajo los aros a vista de las Montañas Rocosas: Rudy Gobert.

El francés, quien comenzó como una potencia defensiva que se iba a dos tapones por partido con facilidad, ha terminado por desmarcarse como una pieza esencial en el esquema de los Jazz hasta alcanzar el pasado curso los 14 puntos y 12,8 rebotes de promedio. Buenos números, pero los Jazz quieren y confían en conseguir más.

«Simplemente sentíamos que teníamos demasiado talento en nuestras manos como para acabar con ello sin más. Sentimos que tenemos un gran jugador en Rudy y queremos demostrar su habilidad. Sentimos que podemos reconstruir defensivamente alrededor suya. Es un jugador de primer nivel y un defensor único. La decisión es formar un equipo en torno a su talento», explica Dennis Lindsey, general manager del equipo a The Tribune.

Potenciando sus cualidades

Utah ya defendió el curso pasado a un enorme nivel. Prueba de ello es que fue el tercer equipo en rating defensivo al encajar 102,7 puntos por cada 100 posesiones, siendo únicamente superado por Spurs y Warriors. ¿Pueden hacerlo mejor? Eso piensan. Lejos de intentar sustituir a Hayward, los Jazz entienden que si centran su juego en Gobert y le colocan alrededor piezas cuya fortaleza se encuentre en bajar el culo y morder, pueden marcar diferencias haciendo sudar de lo lindo a los ataques rivales.

¿Tendrán suficiente?

El Oeste, llamado salvaje desde hace bastantes años, se prepara quizás para su temporada más feroz. Ya no hablamos de San Antonio o Golden State como superequipos, sino de Houston sumando a Chris Paul, de Minnesota adquiriendo a Jimmy Butler, de OKC juntando al MVP Westbrook con Paul George, de Denver, un equipo que rebosa talento, haciéndose con Paul Millsap… ¿Puede colarse entre tanto jugón un equipo cuyo espíritu empiece por cerrar su propio aro? Utah está empeñado en ello.


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