La pasada campaña no fue fácil para Nenê Hilario. Una fascitis plantar, problemas en sus rodillas y unas molestias constantes en uno de sus hombros hicieron que le fuera muy complicado coger el ritmo de la competición; y, aun así, promedió 12,6 puntos y 6,7 rebotes en 27,2 minutos por encuentro.
Para el comienzo de la próxima temporada, la historia parece discurrir por unos derroteros bien distintos. El pívot parece estar cogiendo la forma que las lesiones no le dejaron alcanzar y, como ha destacado su entrenador Randy Wittman, tiene muchas ganas de que llegue octubre.
«Lo está haciendo muy bien», dijo Wittman. «Tiene una casa en Denver en la que ha pasado un tiempo. Era importante para él lograr que su cuerpo consiguiese volver a estar sano. No es tanto el que se esté buscando desarrollar su juego. Es importante que haga lo que tiene que hacer para que en septiembre esté listo. Lo está haciendo genial. Se ha sentido tan bien como no lo había hecho en tiempo«.