Nos remontamos a 2007. Boston Celtics se hace con los servicios de Kevin Garnett y Ray Allen, convirtiéndose así inmediatamente en contendiente al anillo. Tres años antes, en 2004, había llegado al banquillo Doc Rivers. Pues bien, el que fuese su jugador en aquel y otros momentos, Glen Davis, piensa que el ahora técnico de Los Angeles Clippers tuvo «mucha suerte» al conseguir aquel campeonato.
«Lo que tenía Doc en 2008 era especial. Y tuvo mucha suerte. El año anterior ellos formaban parte de la multitud… Al siguiente ganan y, ¿ahora es uno de los mejores entrenadores de todos los tiempos? No lo siento así. ¿Sabes a qué me refiero? Das crédito a KG, a Paul Pierce y a Ray Allen. Esos son los chicos que se aseguraron de que cualquier cosa que Doc necesitase se hiciera», explica en declaraciones a Chris Broussard de Fox Sports.
Las anteriores palabras no llegan de la nada. Davis, quien no juega en la NBA desde 2015, en parte por una lesión de tobillo que sufrió durante su estancia en los Clippers de Rivers, no acabó nada contento con el trato recibido durante su estancia en la franquicia californiana.
«No me gusta lo que hace ahora. No me gusta su organización, lo que hace ni sus equipos. Tuvimos algo en 2008 y eso fue todo. No me gustó la forma en la que manejó mi salida. Tenía un tobillo roto. Gané un campeonato contigo y ni siquiera me llamas. ¿Tengo que rogarle que me llame? Mi agente tuvo que hacerlo. Me llamó aparte cuando estábamos jugando con Houston y me dijo: ‘No estás jugando como debes’. Mi tobillo estaba roto», afirma quejándose de que se vio obligado a jugar pese a estar lesionado.
«Solo me hicieron una radiografía. Ni una resonancia magnética. Fue algo así como: ‘¿Puedes correr?’. Al día siguiente me hicieron entrenar tras romperme el tobillo. Fue una locura. Cuando ganas un campeonato con alguien no le tratas así. […]».
Carreras paralelas
Glen Davis, quien ha disputado hasta el momento ocho temporadas en la liga, ha coincidido hasta en seis con Doc Rivers, cuatro en Boston y dos en Los Ángeles. Pese a que fue el entrenador quien requirió sus servicios tras marchar a la franquicia angelina, parece que la relación entre ambos no ha concluido nada bien.