Houston va a despedirle. T-Mac le aconseja la retirada. Y Puerto Rico lo quiere como nueva estrella de su combinado nacional. A contracorriente.
Pero sí, un poco de amor para un jugador cuyo baloncesto, agasajado hasta hace poco, ahora parece abocarse al ostracismo. Y es que si por un lado hablar de Carmelo Anthony y NBA ha sido tradicionalmente un nexo positivo en lo individual y desastroso en lo colectivo, hablar de Carmelo y de Team USA se resume como un bombazo siempre poliédrico.
El forward (todavía) de Houston Rockets es uno de los jugadores más condecorados en la historia de su selección, con tres medallas de oro olímpico (y un bronce) en su estantería de éxitos. Con 336 puntos, además, es el máximo anotador histórico del país en citas olímpicas. Satisfecho en lo patrio, anunció su retirada del Team USA en 2016. Y ahora se le abre una puerta hasta el momento ignorada. La de la selección de Puerto Rico; pues aunque nacido en Brooklyn, Melo (por vía paterna) es de ascendencia puertorriqueña, y fruto de ello el jugador siempre se ha mostrado preocupado e implicado en los problemas económicos y sociales que afectan a la isla borinqueña.
‘Volver a ser LA estrella’
Yum Ramos, presidente de la federación de baloncesto de Puerto Rico, es muy consciente del contexto que rodea a Melo. Siempre bajo los focos, la otrora estrella ve cómo el banquillo le llama, el protagonismo le rehuye el estatus de estrella le abandona. A punto de ser cortado por Houston, tras sólo diez partidos, ve este momento de fragilidad emocional como una oportunidad.
«Soy un gran fan de Carmelo, no solo como jugador de baloncesto si no, mucho más importante, como uno de los héroes de Puerto Rico –ha dicho Ramos para ESPN–. Él y su fundación han hecho muchísimo por nosotros. Creo que junto a J.J. Barea, Carmelo podría tener un gran impacto en nuestro equipo y ayudar a levantar el espíritu del país».
Y, como no, el veterano base de los Mavs, se sube a este (no tan) improvisado carro. «Por su conexión con Puerto Rico, su estrellato NBA y su experiencia, nuestros aficionados lo amarían. Lo hemos intentado un montón de veces en el pasado, y por supuesto nadie le ha culpado por jugar en el Team USA. Pero si en algún momento quiere tener la oportunidad de representarnos, sería alucinante contar con él».