Hace algo más de un mes, Royce White aceptó recalar en la D-League. Lo hizo en los Río Grande Valley Pipers, filial de los Rockets, con el objetivo de poder ganar la suficiente experiencia como para después dar el salto al máximo nivel. Todo parecía tranquilo en ese frente, hasta que White ha hablado en el Huffington Post.
En esas declaraciones, el rookie explicó su ausencia de la competición con estas palabras: «Podría decirse que David Stern, Adam Silver y la organización de los Rockets, así como algunos propietarios y general managers de la liga, quieren que yo me vaya. Y en muchas ocasiones, lo mejor para los seres humanos no coincide con los criterios que tienen las personas que se dedican al mundo de los negocios. Ellos se centran en recortar gastos de la manera más cómoda».
Recordemos que White padece problemas de ansiedad, además de no poder viajar en avión. El proceso de adaptarse a lo que significa jugar en un equipo de la NBA fue duro para él, y siempre antepuso su salud a su carrera. «Yo soy un problema porque no tengo miedo de decir lo que pienso, y no tengo miedo a quedarme solo. He pasado ya por los golpes de tener que defenderme a mí mismo de una corporación multimillonaria. Aparte de eso, he podido tener éxito. Si uno se fija en las cosas que podrían haber salido mal, te das cuenta de que ahora podría estar fuera de la liga o en su lista negra, pero de momento no ha sido así», añadió White.