Los San Antonio Spurs sumaron su tercera victoria consecutiva tras imponerse a los Denver Nuggets por 104-103. El partido, que supone la tercera derrota seguida para los de Colorado, estuvo dominado por los de Popovich en todo momento, pero su falta de consistencia pudo hacerles perder un duelo que pareció sentenciado en varias ocasiones. Los texanos llegaron a mandar hasta por 21 puntos, pero estuvieron a punto de dejar escapar el triunfo en los compases finales.
Hogar, dulce hogar
Resulta fácil olvidarse ahora, pero hace menos de una semana hablábamos de unos Spurs en caída libre. Su rodeo trip se saldó con un balance de 1-7 que les hizo descender al octavo puesto del Oeste, y las derrotas, unas muy abultadas y otras ante rivales muy inferiores, comenzaron a despertar cierta preocupación. La vuelta al AT&T Center, no obstante, parece haber devuelto todo a la normalidad.
San Antonio ha ganado los tres partidos disputados desde su vuelta a casa, y los augurios más pesimistas no ha tardado en desaparecer. Anoche, aun sin una gran actuación de la segunda unidad, los texanos cimentaron su triunfo en el buen hacer de sus dos estrellas, DeMar DeRozan y LaMarcus Aldridge, que se fueron hasta los 24 y 22 puntos respectivamente. Además, Rudy Gay anotó 14 tantos, mientras que Derrick White, ausente en cinco de las siete derrotas de la gira, anotó 11 puntos y repartió 9 asistencias pese a no estar especialmente acertado en el tiro.
Remontada incompleta y por partida doble
El encuentro arrancó con un dominio aplastante por parte de San Antonio. Denver era incapaz de contener el ataque de los locales, que acabaron el primer cuarto mandando por 19 puntos y alcanzarían su máxima diferencia (39-18) nada más iniciar el segundo. Los de Malone, sin embargo, supieron encajar el golpe, y de la mano de Nikola Jokic, que acabaría con 22 tantos, 10 rebotes y 6 asistencias, fueron poco a poco recortando la distancia.
Ya a mediados del tercer cuarto, un triple de Gary Harris que ponía el 67-64 parecía confirmar la vuelta de los Nuggets al partido, pero no fue más que un espejismo. Toda la remontada visitante se fue por tierra tras un parcial de 20-5 para los Spurs, que volvió a abrir la brecha y parecía, ahora sí, sentenciar el encuentro con menos 12 minutos por jugarse. Error.
Jamal Murray, que anotó 14 de sus 25 puntos en los últimos 6 minutos, empezó a apretar el marcador casi en solitario, y estableció el 104-103 que acabaría siendo definitivo a falta de 49 segundos. En este periodo, gozó de dos lanzamientos para culminar la hazaña, pero ambos, así como un último tiro de Gary Harris, no entraron, dejando a Denver a las puertas de la victoria. San Antonio suspiraba, pues había rozado el desastres al anotar solo 2 puntos en los últimos 4 minutos y medio de partido.
(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)