Una buena noticia para todos. Marbury es un jugador de tremendo talento con «el coco» un poco ido, pero que la última vez que jugase un partido en la NBA fuese hace más de 13 meses, no es algo que beneficie a nadie.
Finalmente, tras años de guerras internas, Knicks y Marbury han llegado a un acuerdo de buyout por el cual el base recibe 20.8 millones de dólares de su salario y deja de pertenecer al equipo con el que estaba totalmente enfrentado. La reunión para solucionar la disputa, llega 3 meses y medio después de que Marbury saliese furioso tras 15 minutos de breve charla negociadora con los dirigentes neoyorkinos.
Los Celtics parecen muy interesados en incorporar a Stephon Marbury ya que necesitan profundidad para su banquillo; en verano perdieron a Posey y P.J. Brown, Tony Allen está lesionado por 8 semanas más y Kevin Garnett no jugará en 2 ó 3 semanas por problemas de rodilla. Boston pretende ofrecerle el mínimo y confían en que la veteranía del equipo, las estrellas que mandan en el vestuario y la dirección de Doc Rivers, hagan de Marbury una valiosa pieza en la defensa del anillo. Garnett ya ha declarado que no tendría problemas en tenerle nuevamente de compañero (su relación no termino muy bien cuando Steph exigió un traspaso de Minnesota).
Otros equipos interesados en el jugador son Dallas y Miami, por lo que se espera algún que otro rumor más.
Recordemos que Marbury acaba de cumplir 32 años y sigue siendo un jugador muy válido siempre y cuando mantenga la cabeza en su sitio. Oscar Robertson, Isiah Thomas, Magic Johnson y Stephon Marbury son los únicos jugadores que promedian más de 19 puntos, 7 asistencias y 3 rebotes en al menos 12 años de carrera en la NBA.