Miami tuvo que dar el 100% para vencer a uno de los equipos mas calientes de la liga. Los Suns llegaron a mandar en el marcador por 80-90 a falta de unos minutos para acabar el encuentro, pero un increíble parcial a favor de los Heat por 17-0 inclinó la balanza definitivamente a favor del equipo local.
Pero el susto de la noche para los aficionados de Miami no fue el ver de cerca una rara derrota en casa, sino los percances físicos de LeBron James.
Durante el primer cuarto reaparecieron sus problemas en el codo derecho, aquellos que le limitaron durante los Playoffs del año 2010. «Es el mismo codo que me dañé en Cleveland así que estuve un poco desconectado, diría, durante el resto del partido. Veremos como evoluciona en los próximos días. Recibiré tratamiento y espero que no cause ningún problema.»
Pero lo peor vino cuando restaban pocos segundos de partido. LeBron James sufrió un choque con Grant Hill y la estrella de Miami se llevó la peor parte. Quedó tendido en la pista durante dos minutos hasta que se pudo poner en pie.
James terminó el partido, pero en el vestuario las secuelas del golpe eran evidentes según sus palabras. «No sé qué pasó exactamente… Estoy bien aunque he estado mejor. Tengo un pequeño dolor de cabeza. Pero estaré bien.»
El staff de los Heat se vio obligado a realizar preguntas obvias a James, como cuál era el marcador y la fecha en la que se encontraban, pero el jugador respondió a todo de la forma esperada. LeBron no cree necesario que deba pasar por exámenes y pruebas adicionales para descartar una conmoción cerebral, pero es conocida la rigidez de la NBA en estos temas por lo que no se puede descartar que el dos veces MVP se vea obligado a iniciar el proceso establecido para descartar mayores problemas, al igual que le sucedió a Kobe Bryant hace unas semanas.
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«Estaba tratando de hacer una pantalla. No creo que me viera y chocó contra mi. El hombre viejo se levantó y el hombre joven se quedó un rato en el suelo. Afortunadamente, no se lesionó. Afortunadamente, ninguno de los dos nos lesionamos,» comentó el incombustible Grant Hill.