Los Knicks han decidido atajar cuanto antes los problemas acarreados con la lesión de Tyson Chandler, y hoy el center se someterá a una resonancia magnética para evaluar cuál es el estado exacto de su dañado cuello.
Chandler, de 30 años, no ha jugado desde el 13 de marzo y aún no se sabe cuándo volverá con exactitud. Por eso, y para evitar una recaída, la franquicia de New York está dispuesta a esperar cuanto sea necesario para que su pívot se recupere con totalidad.
En 62 partidos esta temporada, ha promediado 10,7 puntos y 11 rebotes, además de los 1,1 tapones que pone por encuentro.