Y Kemba Walker se negó a perder: 43 puntos para derrotar a los Celtics

Justo cuando más se habla, por merecimiento propio, del futuro de Kemba Walker, el jugador de los Hornets lo volvió a bordar. Tras romper registros el sábado con 60 puntos ante los 76ers que, sin embargo, no sirvieron para darle el triunfo a Charlotte, esta vez el de New York volvía a la acción, en casa, contra Boston. Ni más ni menos. Walker, quien mira al verano de 2019 si no se tercia renovación antes de la agencia libre, arrolló anoche a los Celtics y con 43 puntos lideró el prestigioso triunfo de los Hornets sobre la escuadra de Brad Stevens (117-112). Su gesta, la de firmar dos partidos seguidos de al menos 60 y 40 tantos, solo la habían realizado previamente Wilt Chamberlain, Pete Maravich, Michael Jordan, Tracy McGrady y Kobe Bryant. Walker ya es el máximo anotador de la presente temporada en toda la NBA.

Un último cuarto para enmarcar

Walker, que ha promediado en los dos últimos partidos 51,5 puntos, se negaba este lunes a que las cosas terminaran como el fin de semana, cuando su brutalidad anotadora fue helada por un triple postrero de Jimmy Butler. Así que el exterior se puso el mono de trabajo, que en su caso es el mono de anotar, se echó a toda la franquicia a la espalda, algo que lleva haciendo demasiado tiempo sin resultados globales satisfactorios, y firmó 21 puntos en el último cuarto, con 7/10 en tiros de campo, 4/6 en triples, 11 puntos seguidos y una secuencia de movimientos cargados de velocidad, ritmo, plasticidad, eficacia. Pura NBA este Kemba Walker, posiblemente uno de los jugadores más infravalorados en lo que a las estrellas de la liga se refiere.

El abrazo final entre él y Tony Parker, con el público del Spectrum Center rendido a los pies del héroe al que no quieren ver marchar, simboliza la necesidad y las ganas que tanto Walker como la franquicia tienen de ganar. Charlotte, que alterna victorias y derrotas con una falta de regularidad notable, se queda con un registro de 8-8, 50 por ciento de triunfos de nuevo, suficiente en el Este para ser octavo y marcar una distancia de 1,5 partidos con respecto a los novenos, los Nets, y primer puesto que no tiene derecho a playoffs. Quizá este sí sea el curso en el que los Hornets vuelvan a las eliminatorias por el anillo. Aunque quizá también no sea suficiente para retener a un Walker que ha demostrado siempre fidelidad a la ciudad, la misma que si nada grave sucede, le verá de nuevo como All-Star en febrero de 2019.

Hayward, suplente

Los Celtics, que entraron en el último cuarto con la delantera en el marcador (84-87) y que llegaron a mandar por la máxima del partido en los minutos iniciales de ese asalto final (86-96 y 88-98) sucumbieron al empuje del ídolo rival y no les fue suficiente con los 25 puntos, 4 rebotes, 11 asistencias y 2 robos de balón de Kyrie Irving. Gordon Hayward, suplente por primera vez en toda la temporada, salió desde el banquillo para jugar 30 minutos y registrar 4 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias, 1 robo, 2 pérdidas y un 1/6 en tiros, con 0/3 en triples. Los Celtics, tras su gran triunfo del viernes en la prórroga sobre Toronto, encadenan su segunda derrota seguida, puesto que cayeron con los Jazz el sábado, y caminan con un balance de 9-8, séptimos de un Este que estaban destinados a liderar. De momento, no es así.


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