Zion Williamson lleva toda la temporada llamando la atención de todas las franquicias y aficionados de la NBA. El joven jugador universitario, poseedor de unas cualidades físicas nunca vistas antes, promete ser un talento generacional, y no son pocos las ciudades que ya se imaginan dándole la bienvenida y confiando en él para una reconstrucción. No obstante, el freshman tiene ahora en vilo a toda la Liga por otro motivo.
Con solo 34 segundos disputados del duelo entre Duke y North Carolina, una de las zapatillas de Zion se rompió durante un apoyo y este se fue al suelo. Su rodilla, una de las zonas más delicadas para un jugador de baloncesto, se resintió tras el antinatural movimiento, obligando al ala-pívot a abandonar el duelo y poner rumbo al hospital. Allí, los primeros indicios apuntan a un esguince, aunque será hoy cuando se sepa realmente el alcance de la lesión.
Mike Krzyzewski, entrenador de Duke, quiso calmar los ánimos asegurando que «la rodilla está estable», aunque afirmó también que aún no se sabe cuál será la duración de la baja de Zion. Dada la cercanía de los playoffs universitarios (el March Madness empieza en un mes), lo potencialmente problemática que puede resultar una lesión en esta articulación, y la previsible cautela del jugador de cara al Draft, quizás esto sea lo último que veamos de Williamson en la NCAA.
Problemas para Duke
Para su equipo, los Blue Devils de Duke, la situación puede tornarse realmente problemática. Pese a ser los grandes favoritos y contar con otros dos potenciales Top-5 como R.J. Barrett y Cameron Reddish, desde Estados Unidos se comienza a dudar de sus posibilidades reales de triunfar en los playoffs. Anoche, en ausencia de Zion, cayeron ante los Tar Heels por 72-88, y esta baja parece acercarles al nivel de equipos como Gonzaga, Virginia o Kentucky. No obstante, en un caos como es el March Madness, resulta imposible descartar nada de antemano.
(Fotografía de portada: Streeter Lecka/Getty Imager)