En un breve manual titulado ‘Cómo no hacer una entrada a canasta’, éste sería sin duda el vídeo que acompañaría como ejemplo animado. En el duelo de ayer entre Cavaliers y y 76ers, hubo una jugada en la que LeBron James no pudo ponérselo más en bandeja al trío arbitral. Sin embargo, ninguno de ellos vio, o quiso ver, lo que fue manifiesto y palmario para el resto del graderío y conjunto de los televidentes.
No hablamos de unos pasos intrascendentes al contraataque precediendo un mate y en pos del espectáculo. No hablamos de una internada vertiginosa en la que la duda puede asaltar el ojo humano y no estar seguro de si han sido dos o han sido tres.
No, LeBron James hizo un eurostep de los de James Harden: amplio, casi a cámara lenta y marcando cada zancada; solo que tras las dos primeras, vino una tercera —y un cuarto pasito—. El nuevo ‘eurostep-and-one’.
—¿Suficiente, realmente, el contacto con Ben Simmons?—.
https://www.youtube.com/watch?v=-aCXXzn1nzk
¿Consecuencias? Silbato al pecho, dos puntos más en el marcador, desconcierto retórico entre los locutores y aquí paz y después gloria.