Cuando todo el mundo piensa que Shaquille O’Neal ya no puede sorprender más, él se encarga de demostrar lo contrario.
Durante la previa televisiva al Game 4 de las Finales, el excéntrico Shaq se acercó por detrás para torpedear las palabras que estaba dando Charles Barkley y no se le ocurrió otra cosa que lamerle y besarle la calva.