Desde hace un tiempo, entre medios de comunicación y aficionados al baloncesto hay un creciente movimiento anti-flopping. Cada vez son más los que rechazan la exageración y la farsa para simular faltas y golpes en el basket, algo que ha afectado desde hace mucho tiempo al fútbol pero que en el deporte de la canasta es moda desde no hace tanto.
Rudy Fernández está categorizado como uno de sus máximos exponentes y en la NBA no está bien visto por ello. Ayer, en la final de los Juegos Olímpicos, dio una nueva muestra de lo que no hay que hacer en una pista.
Fuente | SBNATION