Carmelo Anthony ya explora posibles destinos

Así de duro. Diez partidos es lo que va a durar la aventura de Carmelo Anthony en Houstons Rockets junto a James Harden y su amigo Chris Paul. El alero, quien llegaba con el deseo de reivindicarse tras un aciago paso por Oklahoma City Thunder, va a ver cerrado este capítulo despertando aún más dudas sobre su futuro en la NBA.

Los acontecimientos se están desarrollando a ritmo vertiginoso. Hace apenas 48 horas conocíamos que la franquicia de Texas y Carmelo estaban en conversaciones para encontrar una solución a su encaje en el equipo. Y ahora, poco después de que se filtrase que sus compañeros creen que se irá de Houston, Adrian Wojnarowski de ESPN hace saltar la bomba asegurando que se ha interrumpido el diálogo para que se reincorpore a la disciplina del equipo.

Esta situación, la de verse prácticamente con la puerta cerrada en la que aún es su franquicia, sería tan real como para que sus representantes hayan estado contactando en las últimas horas con diversas oficinas de la Liga para encontrarle acomodo, señala el citado periodista.

En relación a lo que parece una determinación firme de los Rockets para prescindir de sus servicios, diversos ejecutivos de la NBA y el propio Carmelo Anthony se habrían mostrado en privado muy sorprendidos por la velocidad con la que Houston está poniendo fin a su etapa en el equipo, lo cual se ve alimentado por el cortejo de los de Texas para firmarlo en verano.

El plan de D’Antoni

Diez partidos es lo que le ha dado Houston a Melo para poder adaptarse al equipo. Con malos resultados colectivos, y achacando quizás estos al cambio dado con la presencia del jugador de Baltimore, el entrenador del equipo, Mike D’Antoni, ha decidido otorgar los minutos de Anthony al novato Gary Clark, quien tendría a partir de ahora un papel importante en la rotación.

Esta decisión es sin duda un golpe duro para un jugador del calibre de Carmelo, quien según las fuentes se ha mostrado en todo momento ansioso por contribuir en todo lo posible para mejorar a los Rockets; tanto es así que en verano rechazó opciones que le habrían otorgado un papel más destacado para apostarlo todo a ayudar a las aspiraciones de anillo de los de Texas.

¿Injusticia?

A sus 34 años Carmelo se ha convertido en una diana fácil. Sus últimos años en los Knicks fueron duros, pero no solo para él, sino para una organización que iba a la deriva. Dejando territorio neoyorquino aterrizó en Oklahoma City Thunder, donde le señalaron como el culpable de que el proyecto de Big Three junto a Paul George y Russell Westbrook no funcionase. Y ahora, en Houston, donde aún late la final de conferencia perdida ante Golden State, le apuntan sin reparos tras un comienzo de campaña realmente malo.

Los interesados, en stand by

Si Houston no cambia de opinión lo más probable es que optasen por cortarlo, lo que daría vía libre a los otros 29 equipos para reclamarlo de la lista de waivers o esperar a que sea agente libre. La realidad es que esta posibilidad ha cogido a todos por sorpresa, ya que en las oficinas de la Liga se espera que la relación entre ambas partes fuese más duradera. En cualquier caso, varios general managers y entrenadores ya estarían discutiendo cómo podría encajar Carmelo en sus actuales plantillas. No será una decisión sencilla. Señalado en sus dos últimos equipos, es probable que pese a sus 10 presencias All-Star deba tener paciencia para encontrar nuevo destino.


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