Movimiento de Golden State. Según informa Adrian Wojnarowski de The Vertical, la franquicia de Oakland ha cortado a Anderson Varejao para firmar a Briante Weber con un contrato de 10 días; es decir, prescinden de un pívot para sumar a su plantilla otro base.
Más allá de estar más o menos de acuerdo con la operación, lo cierto es que el papel del pívot brasileño en Warriors se había convertido en testimonial. Víctima de las lesiones, Varejao ha disputado en el presente curso solo 14 partidos para un promedio de 1,3 puntos y 1,9 rebotes en 6,6 minutos por noche.
Así, en Oakland han decidido que lo más acertado era reforzar el juego de perímetro con este base formado en Virginia Commonwealth. Con 24 años, Weber ha disputado únicamente siete partidos en la NBA (entre Miami y Memphis) para irse a 4,4 puntos, 3,6 rebotes y 3 asistencias de media. En la presente campaña -sin contrato- ha jugado para los Sioux Falls Skyforce de la NBADL para firmar 16,5 puntos, 7,5 rebotes y 7,4 asistencias.
Sus números dejan claro que estamos ante un jugador que estaba llamando fuerte a las puertas de la NBA; es más, a punto estuvo de hacer historia hace dos días cuando se quedó a un robo de hacer un cuádruple-doble que hubiese supuesto en el primero en la NBADL.
Sin sitio…
Aunque con la llegada de Kevin Dutan dijeron adiós de Andrew Bogut y Festus Ezeli, los Warriors han sabido reforzarse por dentro con Zaza Pachulia -hasta el momento titular- además de recuperar al olvidado JaVale McGee, quien está dándoles buenos minutos. Si sumamos a David West, Draymond Green y la tendencia al small ball, queda claro por qué Varejao no ha encontrado su lugar.
… y sin anillo
La marcha del brasileño supone además la consagración de un dato curioso. Compañero de LeBron James cuando perdieron las Finales allá por 2007, volvió a disputarlas con el regreso de éste en 2015 con idéntico resultado ante Golden State. El destino quiso que el curso pasado volviera a jugarlas pero con Warriors, coincidiendo así con el primer anillo de la historia de Cavaliers. No ha tenido suerte.